Naruto no tenía idea de lo que estaba pasando y tenía miedo de preguntarles.
Neji bajo sus gafas de sol hasta el borde de la nariz. Afuera ya estaba oscuro. Oscureció hace más de una hora. Los deja en la mesa mientras gotean.
—Parece que empezaron la fiesta sin mi —Neji sonrie, evidentemente disfrutando que toda la atención está centrada en él, hasta que su mirada vuelve a encontrar la de Naruto apoyado en medio de la pared—. ¡ah, me olvidaba de ti! Naruto, ¿verdad?
—Sí —responde, cauteloso.
—Es un placer, chico —le dice, y el entusiasmo lo abandona como un globo que se desinfla rápidamente. Neji tira del lazo que Hinata trae en el cabello y se concentra en lo que parece ser una pinza de papel gigante en las manos de la joven—. ¿Qué tienes ahí, Hina?
Hinata retira los dobleces de papel y abraza a Neji por la cintura.
—Necesito otro número —le responde.
Naruto da un paso más cerca y se fija en el objeto en forma de estrella que hizo Hinata. Es un adivino de papel. No veía uno desde que era un niño.
Los números en la solapas muestran cuántas veces el adivino debe abrirlo y cerrarlo, y el último número elegido revela algún destino misterioso.
Él no era muy bueno en eso. Siempre resultaba una desgraciada. Tal vez porque siempre jugaba con Sasuke.
—Cuatro —responde Naruto. Tal vez el proyecto de papel de Hinata terminará pronto.
—Doce —dice Neji.
—Doscientos cuarenta y seis —dice Hanabi. Su sonrisa de satisfacción esta de regreso.
—Doscientos cuarenta y seis será —Hinata sonrie a su hermana y toma la pluma de la mesa de centro para garabatear el número en una de las solapas.
Neji se sienta en el suelo en medio de la alfombra.
Hinata se sienta a los pies de Neji y le ofrece el papel, animándolo a elegir un número y comenzar el juego.—¿También se trenzan el cabello entre ustedes? —pregunta Naruto con su mirada posada en Hinata y Neji, sus palabras escurren sarcasmos.
Neji le dedica una mirada irónica.
—¿Lo dices por esto? —El chico se lleva el largo cabello a un lado de la cabeza.—No... —comenzó a decir Hinata.
—A veces —dice Neji con un deje de sarcasmos también, apresurándose a defender a la desprevenida Hinata.
Hanabi asiente con entusiasmo y se sienta frente a ellos.
Ugh.
—Lo que quiero decir es... no, no nos trenzamos el cabello —tartamudeo—. Quiero decir, Neji casi nunca viene a visitarnos y cuando lo hace tenemos nuestro pequeño ritual de juegos —tose—. Ya sabes. Cómo el rounders.
—Y trenzarnos el cabello entre nosotros —añade Neji con expresión burlesca.
A Naruto no le estaba gustando ni pizca.
Desvía la mirada y se sienta cerca de Hanabi.—¿Qué les parece si omitimos lo usual de sus rituales y hablamos de asuntos más importantes? —propone.
—Aburriiiidoooo —contesta Neji. Él observa a Hinata quien abre y cierra lentamente el adivino de papel para Hanabi ahora—. Al parece hermanitas, su invitado no le interesa mucho jugar al adivino. ¿Qué les parece si jugamos un juego más ágil en consecuencia?
Naruto escucha como Hanabi y Hinata se ríen.
La castaña aplaude y se frota las manos con entusiasmo.
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Enamorada de mi cuñado.
FanfictionEn una sociedad dividida por el estatus social, Hinata luchaba por sobrevivir bajo la sombra de los ricos. Humanos arrogantes y llenos de avaricia, con el poder de manejar al mundo a su antojo. Pero cuando Hinata Hyuga -una joven humilde-, conoce a...