—¿Sabes qué? Si, me encanta andar de perra con los hombres en la cama. Esta inocente virgen disfruta mucho al gozar con ellos —le respondió con sarcasmo y el efecto es inmediato.
Nota como el miembro del chico presiona contra su muslo.
Oh, oh.
—Pero no lo haré contigo. Ve y búscate a otra persona y desahoga tu frustración con ella —le espetó enojada—. ¿Qué tal esa condesa de la que tanto hablaba Sai?
—Hinata, no hay otra mujer que yo desee tanto. Sabes cómo provocarme muy bien —esboza una falsa sonrisa y acerca los labios a su mejilla derecha. Mierda, se le eriza el vello—No tienes idea de lo que es desafiarme a mi. Me muero por verte desnuda delante de mi...
Hinata gime sin poder ocultarlo, la frase le gusta.
—No, maldita sea, no —protesta forcejeando, intentando salir del embrollo en el que está metida y al que la ha llevado él con su actitud violenta.
Vuelve la cara alejándose del calor de su aliento.
—No ahora, déjame en paz.
—Bien. Déjame hacerlo a mi. No me rechaces, no si se lo permites a otros —gruñó con voz dura.
Cuando lo observa de reojo, ve como su mirada se oscurece, mientras contempla sus cuerpos pegados. Naruto intentaba ser rudo; pero Hinata no se sentía en absoluto intimidada. Gruñe con la respiración alterada, apretándose contra sus muslos. La sujeta con decisión, pero no se siente forzada.
Porque él jamás la obligaba a nada.
Una parte de él se controlaba siempre y hacia lo que podía para no lastimarla.Ella poco a poco deja de resistirse.
—Quiero ver esa fogosidad en la cama, esa misma que demuestras al discutir.
Ella se siente agotada, rendida...
—¿Por qué siempre terminamos de esta manera? ¿Por qué nunca puedes complacerme en mis deseos? —pregunta ella con un susurro, aprovechando que a vuelto a mirarla fijamente a los ojos.
Por un minuto ve la tristeza en los ojos azules del príncipe.
—Ve a buscar a Sasuke, desahógate con él. Me obligó a besarlo de esa forma...
Su expresión es dura y escrutadora: cambia repentinamente por otra que ella no logra descifrar y, de forma pausada, se acerca para besarle la barbilla.
Jadea al sentir de nuevo sus cálidos labios en su piel. ¡Maldita sea! Siempre se rinde y le gusta lo que él le hace, la seduce siempre con las sensaciones que produce en ella.
¿Cuantas veces en su vida podría encontrar a otro hombre que la compenetre, que la haga desinhibirse sin dudar?
—Él es un idiota —afirma con dureza, resiguiendo con la lengua la punta del contorno de los labios carnosos y brillantes de Hinata—. Hace mucho tiempo hizo lo mismo con Sakura, y esta le rechazó y desde entonces pretende buscar refugio en otros brazos. Me lo confesó cuando éramos más jóvenes, justo antes de que supiera con quien sería obligado a casarme —murmura agriamente—. Hace un rato Shikamaru contó lo que había ocurrido entre ustedes, el espectáculo en el jardín. Y Sasuke me ha pedido disculpas, el muy cínico. ¿Debería perdonarlo? Siento que jamás podré confiar de nuevo en él... sabía desde el inicio que yo estaba interesado en ti y lo que está haciendo es desahogarse contigo y olvidar.
Para sorpresa de Hinata siente pena por él... intuyo que, a pesar de tener tanto, no tiene nada.
De que un rechazo, lo convertiría en tipo capaz de engañar y manipular a las personas a su conveniencia. En el mundo de los príncipes todo dependía del dinero y las amistades que puedan estar interesadas, como parecía serlo la relación de amistad que tenían con Sakura. ¿Más allá de eso no hay sentimientos? Sasuke quería desahogarse y quería aprovecharlo de hacerlo con ella.
ESTÁS LEYENDO
Enamorada de mi cuñado.
FanfictionEn una sociedad dividida por el estatus social, Hinata luchaba por sobrevivir bajo la sombra de los ricos. Humanos arrogantes y llenos de avaricia, con el poder de manejar al mundo a su antojo. Pero cuando Hinata Hyuga -una joven humilde-, conoce a...