—Mabui, será mejor que dejes de hablar —la regaña Ino—, ya la fiesta comenzó, la casa tiene que estar limpia y Hinata debe ayudarnos en la cocina. Además tiene que hacer algunas compras.
—Sí, ya me han informado de mis obligaciones —replica ella y entonces mira a Hinata—. ¿Por qué si yo me encargo de la casa y la secretaria del joven príncipe y con quien debe relacionarse, estabas tú en la habitación con él?
—¿Fuiste tú quien le aviso? —Hinata frunció el ceño.
—Sí, le dije que estabas en la biblioteca, pero no creí que acabarías en su habitación —masculló algo tosca.
—¿Y acaso crees que lo sé? —replicó Hinata— hasta hace dos horas estaba en ese salón tratando de sacar una manzana de una botella y luego me quede dormida.
—Sí, el lindo te llevo hasta su habitación.
—¿Él lindo? —ehhh... si obvio que Naruto era lindo, era el chico más guapo que había visto nunca— ¿Cuando lo has visto? —pregunto Hinata mosqueada.
Ino se vuelve rápidamente y en sus ojos se lee una clara advertencia: "mantente lejos de él"
—Lo he visto subir. Parecía serio y te llevaba cargada en los brazos, no me ha hecho mucho caso —explica Mabui en tono monótono—, pero es muy atractivo, nunca lo había visto tan de cerca...
—Las chicas de esta casa no nos mezclamos con los de la realeza. Además Naruto es el prometido político de Sakura —le espetó Ino, aún sabiendo que era mentira.
¡Más le valía quedarse lejos de Naruto! Ino la vuelve a mirar y ve la tristeza en sus ojos al oír lo que ella misma había dicho. Tendría que hablar con ella sobre Sai, pero ahora era imposible, con esa entrometida en medio, no.
—Ino, será mejor que vayamos hacer los recados que me ha mandando la reina. Nos vemos dentro de un rato.
Hinata espera un rato hasta que llega el carruaje, que cuando se sube estaba tan ensimismada en sus pensamientos no se dio cuenta de que estaba Sai con un sombrero, e inclinado hacia la ventana.
—Señorita Hyuga, ¿que hace aquí? —pregunta—. ¿A quien espera?
Oh Dios, era demasiado para ella.
—La señora Mikoto me ha pedido que vaya a comprar algunas cosas al pueblo —responde, mirando a lo lejos para que no vea lo mucho que le irritaba verlo ahí—Atrás viene el otro carruaje...
—Sube al mío —le dice Sai inesperadamente—. ¿Qué esperas? ¡Sube ya!
Desconcertada, se sube sin pensar.
—¿Qué te pasa? Tú familia o tus amigos pueden vernos. Mi carruaje ya está aquí...
—La llevo en el mío y punto. Quiero hablar contigo sobre lo que ocurrió con Ino, y tú petulancia esta noche. ¿A qué se debe ese odio hacia mi?
¡Vaya! ¿Y ahora que podía decirle?
—Bueno... hmmmm...nunca me caíste bien. Desde aquella vez que me trataste como una paria. Me hacías sentir siempre muy estúpida, incluso me hacías ver como una mentirosa —le confesó Hinata con tono seco.
—¿Sólo eso? —Sai levantó una ceja, con diversión.
—No, claro que no. No es solo eso, hay muchas cosas más que me gustaría decirte —musitó, enfadada.
—Entonces... ¿realmente te parezco un ogro?
—Un ogro de los grandes.
—¿Qué te parece si comenzamos con el pie derecho esta vez? —Sai se reclinó en el asiento para estar más cerca de ella y le hizo un ademán con la cabeza al conductor del carruaje. Atizó a los caballos y dieron marcha al recorrido por el camino de adoquines lejos de la mansión.
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Enamorada de mi cuñado.
FanfictionEn una sociedad dividida por el estatus social, Hinata luchaba por sobrevivir bajo la sombra de los ricos. Humanos arrogantes y llenos de avaricia, con el poder de manejar al mundo a su antojo. Pero cuando Hinata Hyuga -una joven humilde-, conoce a...