Ella también grita, y entonces la luces parpadean, luego titilan.
Un minuto de oscuridad. La gente empujándola, los gritos, no la dejaban concentrarse en una salida.
Otro resplandor de fuego hace erupción entre el gentío. Y Hinata escucha a los soldados gritar que se metieron unos criminales al evento. Los buscaban y corrían por todos lados.
Los guardias se llevan a Minato lejos y Mikoto lo seguía, y Sasuke también se pone en resguardo. Los acompañaban muchas otras personas ansiosas de escapar.
Agentes de seguridad se abren paso contra la corriente.
Una mujer ahogada en grito choca con ella y la derriba. Al caer, Hinata ve el cadaver de una mujer y la sangre que rodaba por su rostro, desde su frente hasta el suelo. El agujero de la bala era extraño.
Hinata se aleja de prisa de la muerta, asustada y aterrada, pero se resbala con la sangre y el montón de vino y bebidas que cayeron al suelo.
—¡Hinata! —unos brazos fuertes la levantan del suelo, la aleja a rastras de la mujer muerta—. ¡Hinata, por favor...! —ruega la voz, pero no sabe por qué .
Con un grito ahogado de frustración, pierda la noción del tiempo.
Arriba las lámparas parpadean de nuevo.
—Lo siento... las luces...
—¿Donde recibiste el impacto? —Naruto apenas la oye pero cae de rodillas junto a ella. Y la revisa como se lo enseñaron a hacer.
Sus dedos bajan por sus brazos y sus piernas, busca una herida, la fuente de tanta sangre.
La voz de ella suena extrañada, ronca.
—Estoy bien —le dice, pero él continuaba sin oírla—. ¡Estoy bien, Naru!
Se muestra aliviado al fin, y por un segundo pensó que podría volver a besarla. Pero recupera el sentido más pronto que ella.
—¿Estas segura?
Hinata alza con cautela una de sus manos manchadas de sangre.
—¿Cómo podría ser esto mío?
La sangre de ella no saldría tan escandalosa de una herida en su mano. Más aún cuando no tenía sangre en otro lado.
Él inclina ligeramente la cabeza.
—¡Claro! —susurra—. Pero, es que...te vi en el suelo y pensé... —sus palabras son reemplazadas por una terrible tristeza en sus ojos, convertida pronto en determinación—. ¡Ino, sácala de aquí!
Ino como siempre cumpliendo su trabajo de guardia personal, avanza entre el caos, con un arma en la mano. Aunque parecía la misma de siempre, con su pelo largo y amarillo, sus botas y uniforme, no era la Ino que conocía. Sus ojos, estaban tan oscuros como la noche.
—¡La llevare con los demás! —gruñe, mientras la ayuda a levantarse.
Hinata intuye que el mayor peligro habia pasado, no puede más que extender la mano hacia Naruto.
—¿Y tú?
Él se libra de sus dedos con una facilidad asombrosa.
—Yo me quedo aquí.
Se vuelve entonces a la cabeza de un grupo de guardias. Pasa sobre los cadaveres, mirando al techo. Hinata ve cómo Sai le arroja un revólver y él lo atrapa hábilmente, y pone un dedo en el gatillo.
Naruto parecía otra persona, entre el montón de cadaveres y soldados.
—¡Tras ellos! —le dice a los soldados; entre ellos Sai y Shikamaru Nara parten escaleras arribas para atrapar a los malhechores.
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Enamorada de mi cuñado.
FanfictionEn una sociedad dividida por el estatus social, Hinata luchaba por sobrevivir bajo la sombra de los ricos. Humanos arrogantes y llenos de avaricia, con el poder de manejar al mundo a su antojo. Pero cuando Hinata Hyuga -una joven humilde-, conoce a...