12: Froot loops con yogurt y la bicicleta

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Notita: Ignoren el título, a veces carezco de creatividad. Xdxd

Capítulo 12: Froot loops con yogurt y la bicicleta

Había amanecido y los rayos del sol entraban gentilmente por la ventana, por alguna razón desperté contenta, con buen ánimo, algo que no me pasaba desde hace mucho tiempo. A parte, tenía muchas ganas de servirme un buen tazón de froot loops con yogurt de fresa para estudiar al mismo tiempo mientras lo como.

Me levanté de la cama y me sentía liviana, a pesar de que interrumpí mi sueño cuando vi a Hannah y a John haciendo ya tú sabes qué, y que a parte me dolía la espalda por estar tanto tiempo sentada en la computadora haciendo el ensayo, sentía que a pesar de todo había descansado mucho, y realmente me sentía bien.

Lo primero que hice fue ir al baño para hacer del uno, cepillarme los dientes y lavar mi rostro. Mientras veía mi cara en el espejo noté que tenía un granito, eso sólo quería decir que pronto me bajaría Andrés, así que unté un poco de crema para acné en el granito, porque no es recomendable pellizcarse el rostro, así que no lo hagan amikos.

Salí del baño y comencé a morder mis labios para arrancarme los cueritos que tenía sueltos, ya que era una maña que nunca había podido quitarme.

Cuando ya estaba en la cocina Roxane estaba sentada en la isla tomando café y leyendo algo en su teléfono con los anteojos de pasta roja puestos.

-Buenos días, mamá.- Saludé.

-Buenos días, cielo. ¿Cómo amaneces?- Respondió sin despegar la vista de su teléfono.

-Muy bien, tenía tiempo sin sentirme así.

-Me alegro mucho, cariño.

-¿Hay froot loops y yogurt de fresa?- Pregunté ansiosa.

-Me temo que sólo hay yogurt, el cereal se lo comió John.

Ese idiota se las verá conmigo. ¿Cómo se le ocurre comerse mi cereal? Yo lo podré querer mucho, pero con mi froot loops nadie se mete.

-Pero ya que Ezra viene en camino le puedo pedir que lo traiga.- Sugirió.

-No.- Respondí rápido con nerviosismo.

-¿Por qué no?- Inquirió ella, viéndome y alzando una ceja.

-Siento que es un abuso.- Mentí, sólo me parecía incómodo.

-Tranquila Mei, ya le había pedido el favor que comprara unas cosas para la casa, le estoy pagando por ello.- Explicó.- Lo llamaré y le diré que traiga lo que pides. ¿No quieres algo más?

-Bueno, ya que insistes quiero unas gomitas, galletas de maní y galletas de guayaba.- Pedí con voz de bebé.

-Bien, lo que la niña ordene.- Respondió jocosa y marcó el número de Ezra, éste atendió rápidamente y ella le pidió lo que yo quería y por lo visto él aceptó porque ella le contestó: Gracias mi niño, eres un sol.

Me senté al frente de ella y apoyé mi cabeza en la isla, y observé como ella bebía de su taza de café y miraba su teléfono con expresión seria. Recordé que le encanta el café negro sin azúcar porque ella dice que el azúcar engorda, siempre me reprocha que debo hacer ejercicio y tener una alimentación más balanceada y con menos azúcares pero no le hago caso y sigo jartando como cerdo. Aunque claro, eso es reciente, ya que cuando era niña no me dejaba comer dulces sino de vez en cuando en ocasiones especiales y sin embargo me daba los dulces en pequeñas cantidades, por eso hoy en día soy muy dulcera. O sea, donde haya dulces allí estaré yo. Ok, ya, jeje.

Tan cerca pero tan lejosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora