28: La carta

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Capítulo 28: La carta

Mi pecho quema y mis ojos arden, siento que ya no me quedan lágrimas de lo mucho que he llorado.

¿Por qué todo terminó así?

Busco desesperadamente aquel papel en toda la habitación pero luego me fijo que siempre estuvo allí a mi lado, en la mesita de noche.

Tomo un largo suspiro y vuelvo a leerlo.

El papel yace arrugado y con lágrimas secas; mis lágrimas.

Cada palabra deja estragos de dolor en mí, y yo de masoquista que sigo leyendo.

Por un momento mi mente viaja al recuerdo de hace una semana, la noche estaba fresca, iluminada de estrellas, recuerdo verlo al rostro buscando alguna expresión en él por pequeña que fuera, pero nada... No había ninguna señal en su rostro.

Trato de hacer sonar mi voz pero apenas sale en un pequeño susurro:

-Quédate conmigo...

Y aunque me dolió en el alma que me tratara de esa forma, al final todo resultó ser mentira, porque él si me amaba como yo a él... Después de todo lo dice en su intento de carta.

Maldición, Mei, me siento desesperado, ansioso y airado. Ni siquiera sé porqué escribo esto cuando no tengo ningún tipo de intenciones de dártelo. Y es más estúpido aún que escribo esto como si me estuvieras leyendo...

Me siento un hipócrita al querer decirte sin miedo alguno que te amo; sueño con gritarlo algún día y que todos escuchen, pero lamentablemente fui un idiota incrédulo y ahora me arrepiento de ello, pero ya no hay vuelta atrás. Siempre viviré con el tortuoso recuerdo de que nunca pudimos ser lo que queríamos ser. Y aunque yo nunca te lo dije, y tampoco lo sabrás desgraciadamente, si yo no fuera tan cobarde, es que me dolía y aún duele en el alma el haberte rechazado e ilusionado todas esas veces.

No sé porqué justo en estos momentos vienen a mí los recuerdos de tu hermosa sonrisa y tus ojos achinados, haciendo que me transporte a un hermoso campo de flores. Pero se siente magnífico ver tu imagen tan clara en mi mente, tanto que puedo ver ese pequeño hoyuelo que se te hace en la mejilla derecha. Como también ese mínimo lunar que tienes debajo de la boca. O tu cara hermosa toda sonrojada cada vez que te decía algo de doble sentido o cuando me acercaba mucho a ti. Y sobre todo las expresiones que haces cuando estás extasiada de placer. No sabes cuánto deseo que esos momentos se volvieran a repetir y perduraran para siempre.

Honestamente deseo con todo mi corazón que seas feliz y que en un futuro no muy lejano encuentres a alguien que si te valore y que te haga feliz. Admito que me dolerá verte con alguien más que no sea yo, pero es lo que me merezco después de haberte hecho tanto daño. Siempre te voy a recordar como algo hermoso y maravilloso que me pasó en la vida, y espero que en otra dimensión o la vida después de esta, estemos juntos, amándonos sin miedo o atadura alguna. Sin más que decir, dejo mi amor plasmado en estas letras como una patética forma de despedirme de ti metafóricamente.

Te amo y te amaré por siempre, Mei...

Siempre han existido distintos manuales para explicar cómo se deben emplear ciertas máquinas, productos, entre otras cosas.

¿Pero cómo le hago para dejar de llorar cada vez que leo esto?

¿Cómo me quito el dolor que me oprime el pecho y que no me deja respirar?

¿Cómo me hago entender que tengo que seguir adelante y hacer que esto no me afecte?

Ojalá existiera un manual para este tipo de cosas...

Tan cerca pero tan lejosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora