Capítulo 13: La conversación
-¿Qué está pasando con Ezra?- Inquirió la rubia alzando la ceja derecha.
Temía que hiciera esa pregunta, de verdad lo temía, pero también sabía que pronto lo haría, más bien se había tardado mucho en hacerla, pero bueno, después de todo es mi mejor amiga y se daría cuenta a pesar de que lo oculté muy bien según yo.
-¿Qué pasa de qué?- Contraataqué con otra pregunta haciéndome la loca.
Y como si leyera mis pensamientos respondió:
-No te hagas la loca, sabes muy bien de qué hablo.
-En realidad no quisiera hablar de eso ahora.- Respondí un poco cohibida.
-¿Por qué? ¿Ya no hay confianza?- Acusó.
-No es eso... Sabes muy bien que no es eso.
-¿Entonces qué es?
-Me da vergüenza que pienses que soy una estúpida, aunque es irónico porque en realidad lo soy.- Respondí derrotada.
-Mei, mírame.- Ordenó.
Mi mirada estaba fijada en el suelo y ya me estaba sintiendo un poco mal por todo lo que había pasado con Ezra. Sentí escocer mis ojos a causa de las lágrimas y con la mirada empañada subí la cabeza y la miré fijamente en mi estado vulnerable.
Hannie no dijo nada, sólo me abrazó, como si hubiera entendido todo con esa mirada.
-Shh, está bien, llora todo lo que quieras, tu mejor amiga está aquí.- Susurró tiernamente cerca de mi oído.
Y ahí me permití llorar con ella porque cada vez que lo hacía me encontraba sola. Fui una tonta al pensar que ella me juzgaría y por eso me enfrasqué en mi dolor. Volví a repetir el mismo patrón como lo que pasó con mi padre, aunque claro, esto era una tontería en comparación con eso.
Pero vaya que esa tontería dolía...
Aún no comprendo cómo puedo sentirme así por alguien que apenas conozco, ni siquiera ha pasado gran cosa entre nosotros y ya yo estoy totalmente loca, y lo peor, con el corazón roto...
Se supone que a uno se le rompe el corazón después de la relación, no antes, ¿cierto?
Me desahogué todo lo que pude hasta que sólo salían pequeños jadeos y gemidos de mi parte.
-Creo que ya estoy lista.- Dije decidida.
-Muy bien, te escucho.- Respondió ella con atención.
Busqué las palabras correctas que debía usar en mi estúpida cabeza y formé la siguiente frase:
-Creo que estoy enamorada.
Me miró sorprendida y su boca casi que llega al suelo.
-Y lo peor de todo es que no es correspondido.- Continué. Ella me hizo un ademán con la mano para que siguiera hablando.- Sé que es estúpido porque apenas lo conozco, pero Hannah, siento como si lo conociera de toda la vida, sé que suena loco, pero es así.
-Ok, continúa.- Profirió gentilmente.
-Como ya sabes lo conocí cuando vi que estaba cortando el césped, y me llamó mucho la atención, y aunque tú me molestaste mucho con que me gustaba, yo lo negué rotundamente. Luego nos invitó a ese concierto, y todo iba bien hasta que decidimos irnos a esa casa, me sentí tan horrible cuando dijo de manera fría que no me besaría y lloré como una tonta en el baño. Y fue ahí donde empezó todo después de que tú y John se fueran a hacer de las suyas.
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Tan cerca pero tan lejos
Novela Juvenil¿Alguna vez te has preguntado qué te hace falta para gustarle a esa persona que no te hace caso? Esas preguntas dolorosas que viajan a través de tu mente... ¿Será que no soy lo suficientemente bonita? ¿O quizás sólo es mi forma de ser? Mi nombre es...