15: Risas

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Capítulo 15: Risas

—Cuéntanos todo.— Dijeron ambos al mismo tiempo.

Me fue imposible no reírme, así que estallé en carcajadas y luego los dos me acompañaron haciendo lo mismo.

—En serio... se... mamaron.— Dije entre risas.

—Basta de risas, cuenta el chisme, perris.— Dijo John con tono afeminado, eso me causó aún más risa.— ¿De qué te ríes, estúpida? ¿Sabías que eso es homofobia?

Reí aún más, las lágrimas retenidas en mis ojos por la risa causada, tenía mucho tiempo sin reírme de esta manera. Los tres estábamos riendo sin parar como los propios idiotas, y sé que pasamos mucho tiempo riendo porque mi estómago comenzó a doler, ya no nos estábamos riendo de lo que John había dicho o de mi reacción, yo me reía de la risa de John Hannah de la mía y John de nosotras, y entre risas y jadeos hablé con dificultad:

—Chicos ya... por favor... siento que voy a morir.

Ambos se rieron aún más pero luego de unos minutos logramos calmarnos y sólo quedaban pequeños tics por el ataque explosivo de risa que habíamos tenido hasta hace unos instantes.

—Bueno, ya estamos calmados.— Jadeó John.

—Cuéntanos ya, mongólica, nos tienes con la duda.— Dijo Hannah entre jadeos y tragando saliva.

Tragué saliva antes de hablar. —Bien, están peor que las vecinas por querer saber el chisme.— Dije graciosamente.

Ambos se me quedaron viendo fijamente y con picardía en sus ojos esperando que les dijera todo.

—Ezra me llevó a comer a un lugar muy lindo.— Solté con timidez.

—¿Y qué más?— Preguntó John con curiosidad en sus ojos, Hannah asintiendo a las palabras de John.

—Hablamos de muchas cosas, en su mayoría comunes, ya que me habló un poco de su familia y anécdotas de cuando era niño, fue muy tierno.

—Aaww.— Profirió Hannah.

—Básicamente eso fue todo.— Dije aún con timidez y luego les conté cómo había sido el momento, mis reacciones y emociones, la descripción del lugar hasta el más mínimo detalle, y lo más lindo era que ellos dos me observaban con tanta atención y sonreían con ternura cada vez que me alegraba al recordar que Ezra me había tomado de la mano por bastante rato y que me había tratado tan lindo.

Pero recordé que John conocía a Ezra y quise preguntarle un poco sobre él, quizás podría saber cosas que Ezra me omitía, ya que ese ser era como un libro completamente cerrado.

—John.— Pronuncié su nombre.

—¿Qué pasa, Mei-chan?— Preguntó juguetonamente.

—¿Si te hago una pregunta me la respondes con sinceridad?

—Depende de la pregunta, porque si me preguntas si veo porno de enanas albinas peludas te diría rotundamente que no.— Dijo entre risas nerviosas viendo a todos lados.

—¡Asqueroso! ¿En serio ves eso?— Le reprochó Hannah.

—¿Qué? ¡No!— Se negó mi hermano con nervios.

—Hey, estoy hablando.— Intervine porque si me quedaba callada nunca iba a poder hacer la pregunta porque los dos empezarían a discutir sus bobadas ignorando mi presencia.

—Haz la pregunta, Mei.— Pidió John.

—¿Puedes contarme todo lo que sepas sobre Ezra?— Hice un mohín.

Tan cerca pero tan lejosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora