24: Estrellas

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Capítulo 24: Estrellas

Me encontraba bebiendo una taza de té para calmar los nervios. Ya estaba algo mejor, el susto había pasado y sólo hablaba cosas cotidianas con John, Paul, mi mamá y Hannah.

A cada rato veía la hora porque Ezra vendría dentro de poco para ayudarme con estadísticas. Sinceramente no sabía cómo iba a reaccionar al verlo, pero lo que es seguro es que sentiría vergüenza inmediata.

Después de unos minutos hablando como familia, y contándole algunos detalles de la fiesta a mi mamá y a Paul (sin contar cosas de más, equisde), tocaron el timbre de la puerta, y obviamente me emocioné porque lo más probable es que se trataba de él.

John se ofreció a abrir la puerta y con disimulo miré para confirmar que efectivamente sí era él quien había llegado.

Se dieron la mano y hablaron por un breve momento, y luego Ezra terminó de entrar a la sala para saludar a mi mamá, a Paul y Hannie quien ahora se encontraba comiendo un pedazo de su pastel de ayer.

Y por último me saludó a mí, pero no fue como esperaba, yo pensé que me vería con alguna mirada cómplice, y que me daría un beso húmedo en la mejilla, pero no, sólo agitó su mano diciendo un simple: "Hola", pero bueno, no debería afligirme por esa estupidez, de seguro lo hizo para no levantar sospechas.

Para no hacer esto más largo, después de que todos habláramos y nos riéramos de cosas de la vida, cada quien se fue por su lado porque tenían cosas que hacer, dejándonos a Ezra y a mí en la sala.

—Entonces... Me vas a ayudar, ¿no?— Hablé con algo de duda.

—Por supuesto, por eso estoy aquí.— Respondió de lo más tranquilo.

Agarré mi cuaderno y los libros que se encontraban en la mesa y se los di para que leyera.

Estuvo un rato revisando la información que contenía los libros y dios... Se veía tan hermoso concentrado.

Como fruncía su ceño con seriedad y asentía con la cabeza como si estuviera entendiendo todo, y como pasaba la punta de su dedo por su lengua húmeda para poder cambiar de página.

Traté de concentrarme y no pensar en cosas morbosas, y una vez que ya había terminado de leer procedió a explicarme todo, y rayos, tiene una facilidad increíble para explicar las cosas que le entendía a la primera, realmente tiene talento para esto.

Pasaron alrededor de dos horas y había entendido la mayor parte, pero ya estaba cansada de tanto estudiar, por lo que le propuse ir al cine y distraernos un rato, así que aceptó.

Fui a buscar mi bolso con rapidez, no hizo falta cambiarme porque ya estaba vestida con ropa de salir.

—¿Nos vamos?— Pregunté, conteniendo la emoción.

—Obvio.— Respondió guiñandome un ojo.

Hoy aprovecharía para hablarle de mis sentimientos, le confesaría el amor que siento hacia él, ya que por lo que pasó ayer supongo que si me será correspondido.

Estoy nerviosa, nunca pensé que haría esto, pero bueno, si él no da ese paso lo haré yo, y estoy rogando para que todo salga bien.

Salimos de la casa y la fría brisa de las 6pm nos recibió. Nos fuimos en su moto y cuando llegamos quedaríamos que veríamos Batman, aunque Ezra dudó porque no le agradaba mucho el hecho de que Robert Pattinson es quién interpretaría al hombre murciélago, de hecho, al principio se negaba rotundamente a ver la película, pero me las pude arreglar para que terminara aceptando, estaba súper emocionada por todo.

Compramos unas palomitas y unos refrescos y fuimos a ver la función.

***

Habíamos terminado de ver la película, ¿y adivinen quién amó demasiado (en exceso) la película? Din, din, din, din, din, respuesta correcta, Ezra Wood, damas y caballeros.

Tan cerca pero tan lejosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora