18: Niñita

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Capítulo 18: Niñita

Me encontraba en la universidad, en un descanso para ser más específica, estaba perdida en mis pensamientos y en los recuerdos de ayer. Además, también estoy preocupada porque me está yendo muy mal en estadísticas.

-Hey, ¿por qué tan solita?- Dijo el chico pelirrojo haciéndome salir de mis pensamientos, se había sentado en la misma mesa donde me encontraba.

-Hola.- Lo saludé.

-Uy, pero que seca.- Respondió.- ¿Te parece si salimos?

-No gracias, no tengo ánimos.- Realmente no quería hablar con él en estos momentos, por lo que había dicho Ezra era una mala persona, y personas así no las quiero en mi vida.

-Bien, entonces tendré que decirte lo que te quiero decir aquí mismo. ¿Me escuchas por favor?- Pidió Matthew.

-Dime.- Musité desinteresada.

-Estoy enamorado de ti.- Dijo algo sonrojado, pero si te soy sincera esto no me sorprende.

-Lo siento, estoy enamorada de alguien más.- Solté inconscientemente y seguido de eso me tapé la boca.- Perdón, es decir, tú no me gustas, así que lo siento.- Traté de corregirme pero era tarde, Matthew me estaba mirando fijamente de una manera aterradora.

-¿Quién es?- Preguntó fríamente.

-No es tu problema.- Corté tajante porque mi perspectiva hacia a él había cambiado drásticamente.

-Él te habló mal de mí, ¿verdad?- Preguntó con cierta molestia en su voz.

-¿De qué hablas?

-De Ezra, él te dijo algo, ¿cierto?

-¿Qué?- Espeté haciéndome la inocente.- No sé de qué hablas.

-Dime la verdad antes de que me moleste, Mei.- Mi vista se posó en su rostro que se había transformado completamente, ya no era feliz sino oscuro y macabro. Mi corazón comenzó a retumbar del susto y ya comenzaba a sentirme nerviosa.

-¡¿Es en serio, Matthew?! ¡¿Qué rayos te pasa?!- Espeté en voz alta para hacerle creer que me estaba molestando.- Además, ni siquiera sabía que ambos se conocían.

-Disculpa Mei, es que él no es buena persona y tú eres muy importante para mí, me preocupa tu seguridad.- Respondió volviendo a ser el chico dulce de hace rato, comportamiento que me asustó aún más. De verdad parece psicópata.

-¿Mi seguridad?- Ironicé riendo, creo que del que me debo de cuidar es de él mismo.

-Sí, no puedo decir más de esto pero aléjate de él.- Demandó.- Si supieras lo que hace me estuvieras agradeciendo en estos momentos.

-¿Y qué se supone que hace?- Inquirí.

-No te puedo decir, lo siento.- Y con eso se fue.

No sé si creerle, porque realmente puede ser que esté diciendo la verdad, pero su comportamiento tan extraño me hace dudar así que no pensaré demasiado en eso.

Tenía la mente concentrada en posibles teorías de lo que podría estar ocultando Ezra, aunque ya me hacía una idea por lo que había escuchado ayer en esa mansión. Con pereza me levanté de la mesa y llegué hasta la cantina para comprar un refresco y unos Doritos. La señora que está encargada siempre me mira feo, e incluso se tarda en darme mi pedido a propósito, no entiendo porqué le caigo mal... Después de unos quince minutos aproximadamente me dió lo que había pedido, así que volví a sentarme en el mismo lugar donde me encontraba recientemente.

Destapé la Pepsi disfrutando el psshh que suena al abrirla, es muy relajante.

Me decepciona un poco el comportamiento tan psicótico de Matthew, definitivamente tengo que alejarlo de mi vida antes de que sea tarde, normalmente esas personas se obsesionan y pueden cometer crimenes, aunque claro, no sé con seguridad si él tiene un problema psicológico o no, aunque es irónico porque estudio psicología, pero eso no quiere decir nada porque apenas estoy empezando.

Tan cerca pero tan lejosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora