19 Sangre, sudor y lágrimas🔥💖

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Un mes después...

Dominic miraba por última vez la mansión en la que había vivido por más de un año. Su sueño, mejor dicho, el sueño de ambos, de él y su exmarido.

«Exmarido».

La palabra aún sonaba casi impronunciable en sus labios. Se negaba a ella. La aborrecía, le dolía, la sufría, pero eso no le quitaba fuerza, al contrario, la palabra se agigantaba cada vez que Dominic la negaba con furia.

—Hoy se concretará la venta.

Dom se giró hacia Kellan Janssen, hermano de su amigo Christopher y corredor de bienes raíces, quien se había ofrecido a ayudarlo ahora que estaba en Ciudad del Cabo.

—¿Tan pronto?

—El sitio es el paraíso, todos lo quieren. Se venderá hoy y a más tardar en setenta y dos horas tendrás el dinero depositado en la cuenta de Cameron.

Dominic hizo una mueca similar a una sonrisa.

—Gracias.

—Lamento que las cosas hayan ido tan mal.

Kellan hablaba poco, pero cada vez que lo hacía venía desde el corazón. Uno percibía el poder de sus palabras.

—No te preocupes —respondió con alivio—. A partir de ahora las cosas solo pueden mejorar.

—Es lo bueno de tocar fondo. —Kellan sonrió. Él conocía en carne propia el alcance del desamor y las enormes heridas que provocaba en el alma—. Te dejo un momento a solas para que te despidas del lugar.

—¿Del lugar?

Kellan hizo una mueca y le tocó el hombro.

—Unos minutos para que sueltes los recuerdos. ¿Mi consejo? Déjalos aquí. Es la única manera de avanzar.

El enorme tipo se alejó, dejando a Dominic en soledad.

Observó cada espacio vacío, el piso brillante, las arañas que Cam había amado, la escalera en donde hicieron el amor por primera vez en la casa, las risas, la alegría, las discusiones que siempre terminaban con ambos en la cama comiéndose a besos. A Dom se le oprimió el pecho, casi a punto de sufrir un infarto, y lo peor de todo era que las lágrimas no salían, como si hubiera un interruptor, el cual había apagado y ahora era imposible de encender.

Sus piernas temblaron. Dom estaba al borde de caer de rodillas.

Ese lugar lo consumía; el recuerdo tortuoso de Cameron Joyce lo enloquecía.

Sujetó la carpeta entre sus manos, esa misma que le entregaría al abogado y amante de Cam.

«Nunca más te burlarás de mí», se juró a sí mismo, quebrándose, y esta vez las piernas no lo sostuvieron. Cayó de rodillas, pero todavía sin lágrimas.

DOMINIC - T.C Libro1  (Romance gay +18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora