—¿Estás tonto? ¿Desperdiciaste toda la fortuna en esos imbéciles?
Dominic lanzó una carcajada mientras almorzaba. Cameron era terrible.
—¿Piensas que me equivoqué?
—¡¿Equivocarte?! ¡Para nada! ¡Solo la cagaste de manera gigante!
El hombre puso los ojos en blanco.
—No entiendes cómo funciona, amor. Era venderle el alma al diablo.
—Ah, no, eso no —reprochó—. Tu alma es mía. Tu Lucifer personal.
—Eres un idiota.
—Pero tengo razón, ¿no?
Dio un gran suspiro y miró hacia el paisaje que revelaba el ventanal.
—Sabes que sí.
—¿Cuándo regresas?
—Los vuelos se han cancelado por mal tiempo, por lo que solo he conseguido avión dentro de dos días.
—¿Y por qué no le pides a Jared un aventón?
—Porque el clima está terrible y la verdad es que no quiero dejarte viudo tan pronto.
—Ay, eres tan dulce. —Dominic sintió que su piel se erizó de tan solo escuchar su risa. Cameron era magia en estado puro—. He comprado algunas cositas en tu ausencia.
El abogado chasqueó la lengua.
Mierda, no había necesidad de excitarlo cuando faltaba tanto para verlo.
—Si no te apuras, deberé estrenarlo con alguien más —dijo Cam en tono pícaro.
Dominic soltó un suspiro.
—Imagino que habrá muchos candidatos para tus locuras.
—Muchos —replicó—, pero ninguno que te llegue aunque sea a los talones.
—Entonces, me voy a quedar tranquilo por ahora. —Sirvió la copa de vino blanco y bebió un sorbo.
—Estoy orgulloso de ti, amor.
—¿Sí?
—Poca gente tiene las pelotas para alejarse de esa vida que te prometían. Ibas a ser prácticamente un príncipe.
—Sí, un príncipe en un reino que se cae a pedazos cada día —explicó.
—Lo hiciste por mí.
—Sí —afirmó—, por nosotros.
—Niek y Hamed vendrán más tarde a casa.
—Genial. Diles que les envío saludos...
—No sé cómo Hamed lo aguanta —agregó—. Vive hablando de negocios.
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DOMINIC - T.C Libro1 (Romance gay +18)
RomanceLa vida de Dominic Callum tiene sentido después de mucho tiempo. Un trabajo tranquilo como abogado de una importante compañía lejos del Londres que lo vio nacer, amigos grandiosos y su esposo, Cameron, el hombre que ha amado desde siempre, por el cu...