Cameron llegó en sueños esa vez en medio de la playa en donde Dominic le había quitado el diminuto bañador. Este corría tratando de alcanzarlo, mientras que Dom se carcajeaba. Lo peor fue que la playa no estaba desierta. La gente los miraba con horror. Cameron estaba envuelto en la toalla. El pobre tenía menos estado físico que un lobo marino.
—¡Te voy a matar! —le había gritado, y Dom se había reído.
Cam estuvo enojado toda la tarde ese día, pero cuando la noche llegó volvió a sus brazos y todo estuvo en calma.
El aroma del café y las tostadas lo despertó. Observó a su primo, quien tenía una camisa y un pantalón suyo y el cabello mojado.
—¡Buenos días! —exclamó—. Espero que no te moleste que haya tomado ropa tuya.
Dominic no respondió, solo se sentó adormilado en el camastro y dio una respiración profunda.
Jared bebió un sorbo de la infusión. Su rostro decía muchas cosas. Para tristeza de Dom, ninguna buena.
—¿Qué encontraste?
Los labios de Jared se volvieron una línea recta y su mirada se tornó oscura, fija en Dom. Le hizo una seña.
—Ven, siéntate aquí.
Dom se puso de pie y se estiró. Caminó hacia su primo y tomó la silla del lado.
—¿Qué tienes?
Los dedos de Jared tamborilearon en la mesa.
—Dom, tu esposo fue visitado por un hombre todos los días desde que tú te fuiste de aquí.
Dominic tragó saliva y, paso siguiente, se rascó la barbilla.
—Sigue.
Jared abrió la computadora y mostró las imágenes de las cámaras de seguridad del complejo y las de la entrada de la mansión. Un hombre alto como ellos, de traje, aparecía en una camioneta y Cameron salía a recibirlo y lo invitaba al interior de la casa.
—¿Lo conoces? —Jared hizo un acercamiento de la imagen del tipo, pero Dominic negó.
—No, nunca lo he visto.
—¿Seguro?
—Por supuesto.
Jared movió los dedos en las teclas y abrió otra ventana.
—Este es el historial del GPS de la motocicleta y de la camioneta que me comentaste que utiliza.
—¿Y?
—Dom, tu esposo lleva visitando varios hoteles desde hace aproximadamente un mes —explicó.
Dominic asintió rápidamente. Su garganta carraspeó.
—Bien, ¿qué más encontraste?
—Si quieres, lo vemos después. Yo...
—No —replicó—. Si vamos a exponer a este bastardo, será en este preciso momento.
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DOMINIC - T.C Libro1 (Romance gay +18)
RomansLa vida de Dominic Callum tiene sentido después de mucho tiempo. Un trabajo tranquilo como abogado de una importante compañía lejos del Londres que lo vio nacer, amigos grandiosos y su esposo, Cameron, el hombre que ha amado desde siempre, por el cu...