3- Espérame 💖🔥

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—¿Me vas a llamar?

—A cada segundo si es necesario para que te quedes tranquilo.

Cameron armaba el nudo de la corbata púrpura. Sentía ansiedad y nervios, pero sobre todo tristeza.

«No quiero que te vayas».

Sus hermosos ojos lo gritaban, y Dominic, que era un especialista en leer a su marido, lo percibía. Cam dio un gran suspiro. El nudo de la corbata había quedado perfecto, impecable, como Dominic lo hacía. Acarició el chaleco, los botones, y el hombre tocó su mejilla.

—Hey, no me voy para siempre, ¿sabes?

—¿Por qué carajo tienes que ir solo?

Y Dominic maldecía en su interior. Odiaba, aborrecía esta especie de pacto con el mismísimo Lucifer al que estaba atado desde su nacimiento. Sería el final. Después de la muerte sobrevendría la vida. Dom no volvería a Londres jamás. Tenía planeado ceder todo lo que debía heredar a sus familiares, apartarlos de su camino y ser libre en definitiva.

—Solo es una semana como máximo, ya te lo dije. —Le sujetó el rostro.

La mirada de Cam fue hacia él en ese segundo.

—Si algo te llegara a pasar...

—No va a pasarme a nada. Siempre voy a regresar a ti. Ese es mi destino.

—No si mueres —susurró, y contuvo el dolor que crujía en el pecho y le apiñaba el corazón.

—Se necesita más que un Callum para borrarme de este mundo, y lo sabes. —Intentó sonar gracioso, darle calma a ese hombre que estaba al borde del llanto.

—Amor...

—No viviría sin ti. —Dom rozó sus labios—. Y si tuviera que bajar al infierno para buscarte y protegerte, lo haría sin miedo, sin pensarlo dos veces.

Cameron tragó saliva. Esas palabras deberían darle un poco de tranquilidad, pero esa sensación nefasta en el pecho de que algo malo iba a ocurrir no se iba, y no se había ido la noche anterior ni siquiera cuando hicieron el amor.

—Eres mío. —Las manos presionaron sobre la camisa nívea.

Dom humedeció sus labios y sonrió.

—Siempre —replicó—. Nos pertenecemos. ¿Qué haríamos sin el otro?

Cameron esta vez hundió su cabeza en el pecho, y el abogado lo envolvió en sus brazos.

—Cuando regreses, quiero que hagamos ese viaje que te dije.

—¿Egipto? —Dom sonrió y frunció el ceño—. ¿Te has apropiado de mi deseo?

—Si es tu sueño, también es el mío. Me lo he imaginado incluso como en esa historia que me relataste hace tantos años.

DOMINIC - T.C Libro1  (Romance gay +18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora