2 Lauburu 💖🔥

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—No tengo nada que me interese en Londres.

—La familia es la familia, Dominic, y es hora de que respondas por ella.

La cena había estado deliciosa. El aroma se había impregnado en toda la cocina. El sexo después de la cena también había estado exquisito. Sin embargo, Cameron conocía a su esposo como la palma de su mano y era consciente de que algo malo había pasado a pesar de que este le había asegurado que todo estaba bien.

Estaban en la cama. Las sábanas de seda rodeaban sus cinturas y caían sobre la piel, dándoles suaves cosquilleos. Dominic descansaba de espaldas sobre el colchón, con sus brazos detrás de la cabeza, mientras que su amor había colocado su hermosa cabeza sobre su pecho; el brazo posesivo rodeaba la cintura. La pierna de Cam descansaba sobre las de Dom.

Eran incapaces de mantenerse alejados ni por un momento y mucho menos cuando compartían una cama, mejor dicho, cualquier superficie horizontal en donde se pudiera descansar luego de una follada infernal como las que Cameron disfrutaba.

—¿Quién es Mayka? —Hizo dibujos con su dedo índice en el pecho de Dom.

El hombre sonrió con una mezcla de tristeza y ternura.

—Te he contado tan poco de mí pese a conocernos hace tanto tiempo, ¿verdad?

Cameron se encogió de hombros.

—Bueno, tú tampoco sabes mucho de mi vida antes de ti, así que estamos a mano. —Dom asintió y pellizcó el rollito que Cam tenía en la cintura—. Aun así, me gustaría saber.

No iba a escaparse del interrogatorio, y estaba bien. Cameron era su vida. Debía conocer qué había sido de él durante los años separados.

—Es una de mis primas.

—¿La hermana de Ian?

—No, es...

—¿Qué?

—Hermana de Owen y Klaus.

—¿Y esos? —indagó una vez más—. Vaya, sí que tienes primos. Yo llegué hasta Ian y al idiota de Jared, de ahí en más...

—No tengo contacto con estos —aclaró—. Es obvio que ahora me necesitan, de lo contrario no se humillarían para llamarme.

—¿Humillarse?

«Carajo».

Dominic debía hablar, y lo peor era que carecía de ganas de hacerlo.

—Vamos, cuéntame. Sé buenito. —Los ojos miel se iluminaron.

Cameron se sentó en la cama sobre sus talones, empujando a Dominic para que continuara su relato.

—Por favor, por favor...

—¡Vale! —exclamó entre risas—. Te voy a contar.

Tiró de las sábanas y desplazó su cuerpo hacia el cabecero de la cama, donde apoyó su espalda. Cameron dio un saltito y volvió a arroparse entre sus brazos.

DOMINIC - T.C Libro1  (Romance gay +18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora