—Sé que es difícil que no me juzgues, Dominic, lo sé porque en estos momentos apenas puedo mirarme a la cara. Hace semanas que mi rostro en el espejo me da asco. Todavía no entiendo cómo he sido capaz de mantenerme lejos, cómo he soportado cada cosa que me ha pasado solo soñando con volver a encontrarme alguna vez contigo. Entonces apareciste esta noche. Apenas creía lo que estaba sucediendo. Sin embargo, no voy a adelantarme, sino que iré hacia atrás, al momento en que, como un gran imbécil, decidí darte la espalda y no confiar en ti.
Semanas atrás...
Cameron se humedeció los labios. Sus ojos tenían un brillo pícaro cuando se probó el nuevo brillo labial, que resplandecía en la oscuridad. Tenía sabor frutilla. De pronto, se imaginó en la oscuridad chupando el pene de su esposo. Su boca pulposa brillaba mientras recorría la carne.
Sí, en definitiva, lo llevaría.
Salió de la tienda, se despidió de la vendedora y caminó hacia su motocicleta, la cual había quedado en el estacionamiento a un par de cuadras. Debía comprar el vino. Dominic cocinaría esa noche, y debía tener los ingredientes para una noche más que espectacular.
Se detuvo en una esquina, esperando a que el semáforo cambiara y la gran cantidad de tráfico se detuviera. Un hombre castaño se paró a su lado. Cameron lo observó por un segundo y lo ignoró. El semáforo marcó que era su turno de paso. Dio pasos acelerados, dado que debía volver a la oficina, incluso corrió hacia el estacionamiento. Llegó, saludó al guardia y se dirigió a su vehículo. Fue en ese instante que la pesadilla comenzó.
El hombre que había estado a su lado en la acera mientras esperaba el semáforo estaba afirmado en su motocicleta. Cameron sintió que su corazón latía como un caballo salvaje y se acercó lentamente.
—¿Disculpe? —preguntó nervioso. El tipo estaba cruzado de brazos, viéndose las uñas. De repente, sus ojos se encontraron.
—¿Cameron Callum Joyce?
—El mismo. —Sostuvo el paquete que llevaba en sus manos.
—Permítame presentarme. Soy Gaspar Hansen, trabajo como abogado.
—Mucho gusto.
Esta vez el tipo sonrió.
—Veo que mi presencia lo incomoda.
—Muchísimo, a decir verdad. —Giró su cabeza hacia la salida.
—Le recomendaría que no corra. Si hace eso, no tendré oportunidad de contarle de qué manera puede ayudar a su hermana Gemma.
«Gemma».
El estómago de Cameron se contrajo como si le hubieran dado un golpe letal.
Gaspar acarició la motocicleta, el cuero del asiento.
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DOMINIC - T.C Libro1 (Romance gay +18)
RomanceLa vida de Dominic Callum tiene sentido después de mucho tiempo. Un trabajo tranquilo como abogado de una importante compañía lejos del Londres que lo vio nacer, amigos grandiosos y su esposo, Cameron, el hombre que ha amado desde siempre, por el cu...