TE AMO (+18)

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- Hazme el amor.

Eso fue todo, la cordura se fue con mamá coco, y jamás regresó. No era necesario aceptar que la superioridad era lo de menos, el orgullo de Francesco se vió afectado desde que Lightning McQueen apareció en su vida, y lo volvió loco, justo como ahora.

Francesco volvió a empezar un beso, tomando la libertad de explorar la boca de su amado con su lengua, recorriendo cada zona como un lugar que solo él tenía el derecho de aventurarse mas allá de los labios.

Llevó una de sus grandes manos por debajo de la camisa de Lightning, sobando la parte baja de su torso, separandose para quitarle la camisa a Lightning, dejando ver la pieza de arte sexy y encantadora que era su Piccolo. Solo tenía un conjunto de Ropa interior de encaje color crema, el top que utilizaba era especial para donceles, como una especie de sostén, ya que los donceles no podían enseñar sus pezones, tal como las mujeres.

La mano de Francesco fue a la parte de atrás del sostén, desabrochando sin problema el sostén para luego quitarlo. La cara de Lightning se volvió un tomate al no tener su sostén, taparse con sus manos era inútil, pero aún así lo hizo. Francesco sonrió con dulzura, transmitiendo seguridad a Lightning. Besó las manos de Lightning apartandolas de su pecho, dejando así al descubierto sus rosaditos pezones, los cuales ya estaban duros por la excitación que inició previamente. Francesco quedó fascinado, y le dieron unas ganas casi incontrolables de morderlos.

Francesco bajó el rostro besando por debajo de ambos pechos, que no eran muy grandes, pero si eran abultaditos. Los pechos de los donceles crecen en la lactancia, así que se iban preparando para eso en la adolescencia, sin embargo no llegaban a crecer tanto como en las mujeres. Francesco siguió besando el abdomen de Lightning hasta bajar un poco y volver a subir, decidiendo al fin, meter uno de los rosados botones a su boca.

- A-Ah Fran... Mmmmh...

Lightning gemía y suspiraba perdiéndose en el deleite de esa estimulación, sobre todo porque era muy sensible en esa zona. Mientras que Francesco se deleitaba con los suspiros de Lightning, mordiendo, estirando y besando ambos botones como si fueran las gomitas más dulces y suaves que haya probado en su vida.

Después de unos minutos, decidió que llevarían al siguiente nível la te temperatura. Sus manos bajaron suavemente al borde de encaje de la braga para donceles. Francesco miró hacia arriba sintiendo una punzada en su miembro al ver la carita roja, ojos vidriosos y labios rosados entre abiertos por los suspiros de su Piccolo, le hizo sentir que era la mejor decisión de su vida. Con una mirada pidió permiso a Lightning para quitar lo único que lo separaba de estar gloriosamente desnudo, este asintió un poco torpe, pero lo hizo con decisión.

Francesco deslizó la prenda como si fuera agua por las piernas de su Piccolo, haciendo resaltar aún más su exitacion, y la parte interior de sus muslos, los cuales ya estaban mojados por el lubricante natural del Doncel. Con lentitud y una paciencia mortal, el italiano abrió las piernas del Americano, para ver su perdición. La rosada entrada se contraía invitando al italiano a tomarlo. Lo que no iba a negar en tomar la invitación.

Deslizó sus manos hacia el interior de los muslos, y sin medida en su razonamiento, sumergió su cabeza entre las piernas de Lightning.

- AH!! Fr-France-s... Nhg!..

Decidió ir por la joya principal, explorando con la boca los pliegues rosados de la entrada. Lightning se retorcía gimiendo a todo pulmón, era una sensación extraña pero realmente placentera. Era algo nuevo que ambos estaban disfrutando, y faltaba lo mejor.

El italiano seguía probando la entrada, y si en sus palabras pudiera describir el sabor, sería algo realmente dulce. El chapoteo  y chasquido se oía con  cada lamida que daba. Para Lightning era un poco difícil Mantener las piernas abiertas en su máximo, pero no quería cerrarlas tampoco, solo podía llevar sus manos al cabello de su italiano, acariciando y apretando las hebras castañas.

Después de aquella deliciosa tortura, Lightning chilló al sentir el primer dedo invadiendo su entrada para ser preparado, tembló un poco, pero se fue acostumbrando a la sensación.

- Estás bien Amore?.- preguntó Francesco. Sabía que su Piccolo era virgen, por eso quería que su primera vez no solo fuera placentera,sino también más que especial.

- E-Estoy bien...- Lightning respiró hondo relajándose. Solo tuvo que relajar los músculos para así dar permiso al segundo dedo, en forma de tijera abriendo aún más, y así pasó al tercer digito. Cuando sintió su entrada lo suficientemente preparada, Lightning de alguna u otra manera empezó a desesperarse.

- Francesco.... Te necesito dentro ya.

El italiano rió con ternura para plantar un beso en los labios de su Americano, para pararse al lado de la cama y quitar su pantalón Junto al boxer, Saltando así su mini italiano, que de mini no tenía un carajo. Lightning se verdad se asustó, pero no se dejó tomar por la temor y respiró hondo. ERA MUCHO MAS GRANDE DE LO QUE PENSÓ, olvidó pedirle a Mate una silla de ruedas.

El italiano volvió a posicionarse entre las piernas del Americano.

- te prometo que iré lento, estás listo, Amore?.

- S-Si...

- Te amo Amore.

El italiano tomó e introdujo lentamente su miembro en la entrada rosadita. Lightning arqueó su espalda intentando respirar tranquilamente, pero el tamaño de lo que entraba se lo impedía. Pasó poco tiempo hasta que entró todo, y a pesar de que estaba preparado y lubricado, seguía doliendo bastante.

- Estás bien?.- Preguntó nuevamente repartiendo besitos en el cuello de Lightning para calmarlo un poco. Concentrando en no moverse, pues los anillos de carne lo apretaban de una manera tan deliciosa que lo estaba volviendo loco.

- S-Si. - Lightning sentía que se iba acostumbrando, decidió bajar una de sus manos, rozando con los dedos la pelvis del italiano llegando a la base cerca del miembro, también rozando la mata de bello que poseía, se le hizo muy varonil, y un poco gracioso en su caso ya que Lightning era lampiño en esa zona.

Lightning suspiraba de una manera muy sexy, pasando a acariciar los abdominales bien marcados de su novio, ya había pasado casi todo el dolor, para su suerte.

- M-Muevete Darling, estoy listo.

Esa fue la señal, ni corto ni perezoso, empezó a dar pequeñas embestidas, muy suave y lentamente, acostumbrando por completo al rubio, acariciando con sus grandes manos todo el torso del rubio, apretando suavemente los botones rosaditos.

Lightning cerraba los ojos momentáneamente, disfrutando del momento, y destencionandose ante cada empate.

- Oh Amore, me aprietas tan rico.

Lightning enrojeció, pero también logró calentarlo más.

- Ah ah, M-Mas oh Fu..c... Más fuerte.

Las embestidas subieron de nivel, haciendo chocar piel con piel, ante un sonido sucio que se escuchaba en la habitación, junto a los gemidos y jadeos de ambos, formaban un ambiente realmente caliente.

El italiano se enderezó tomando las rodillas de Lightning, abriendo aún más las piernas, para llegar más hondo, embistiendo en un ángulo distinto, intentando encontrar ese lugar...

- AH!!...

Y lo encontró, Lightning arqueó la espalda ante el grito de placer, al encontrar su punto dulce, embistió más fuerte en ese lugar. Lightning apretaba las sábanas bajo suyo, sintiendo un cosquilleo fuerte en su estómago, mas otras emociones inexplicables que lo estaban llevando a la muerte más placentera.

- M-Me ven.... Oh, Francesco!.

No faltó mucho para que Lightning explotará entre sus estómagos, y Francesco le siguió un par de embestidas después, viniendose dentro. Ante la bruma del orgasmo, los cuerpos sudorosos por el acto, y el calor de la unión, no querían separarse. Francesco salió lentamente acostándose al lado del Americano abrazando su curvilíneo cuerpo. El italiano podía jurar que fue el mejor sexo que tuvo en su vida, nadie se le comparará jamás a su Piccolo.

- Te amo Amore.

- Yo también Te amo Darling.

Y ante un último beso, ambos cayeron en los brazos de Morfeo, y las caricias de la noche más hermosa de sus vidas. Sin duda alguna una de las mejores felicidades que hallan sentido en sus vidas.

Que lastima que esa felicidad no duraría mucho....

En inglés e Italiano(Lightnesco)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora