SOLO TE PIDO QUE ME ESCUCHES.

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Lightning odiaba el olor de los hospitales. Cloro y alcohol por todos lados. No lo soportaba. Pero tener en la cabeza, la imagen y la amargura de su situación presente, hizo que el disgusto por el olor del hospital quedara en un segundo plano.

- Lightning McQueen, 22 años, riesgo de aborto espontáneo, aún desconocemos el tiempo de gestación del feto. Vamos a hacerle una ecografía, y también una tomografía, rápido. - habló el doctor que corría junto a los enfermeros y la camilla por los fríos pasillos del hospital.

Y Lightning no escuchó nada más, solo veía como sus padres, su suegra y su cuñado eran detenidos en la puerta del límite, dónde tus familiares ya no podían acompañarte más.

Su hijo...

Su bebé....

Solo podía pensar en eso. Cómo no de dió cuenta?!, Sintió culpa por eso. Era extraño, no había vomitado como Mate lo hizo cuando se enteró de que estaba embarazado. Tal vez cabía la posibilidad de que su embarazo fuera asintomático. Aparte, con Francesco,nunca usaron condón, debía ser más que evidente que esto iba a pasar. Al cielo rogaba por que su bebé estubiera bien. Era lo único que le permitía llorar sin morir ahora mismo.

Valga la redundancia, aún tenía mucho que discutir, mucho que asimilar, y aunque dijo que estaba preparado, al final no estuvo preparado para esa puñalada en el corazón y la espalda, una de su supuesta mejor amiga,y la otra del amor de su vida. Ahora solo le quedaba su hijo.

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Francesco miraba el agua bajo el puente, como si no hubiera alma en su cuerpo. Después de haber sentido que vivió en un circo en el que él también fue un payaso, solo pudo sentir decepción.

Pero algo lo obligaba a no sentir odio o enojo por Lightning, conocía la causa, amaba mucho a Lightning, no quería verlo sufrir, y verlo llorar esa mañana con lo que le dijo, hizo que Francesco se odiara por haber hecho llorar a su amor. Apretó su cabeza entre sus manos, cerrando los ojos con fuerza. Oh, de verdad estaba jodido, y perdidamente enamorado.

Con respecto a su madre y su hermano, también se arrepiente enormemente de haberle dicho eso a su amada Mamma. Su mamá, siendo su mejor amiga, su más íntima confidente, a quien podía contarle hasta las cosas más absurdas, y ella las iba a escuchar sin reírse de Francesco, al contrario, lo abrazaría, le haría algo delicioso de comer, y lo haría reír mucho. Cómo debía ser siempre.

Y su hermano, el que siempre sería su fan número uno, a quien podía confiarle hasta la vida. Sintió algo horrible en su corazón cuando supo que su hermano también le ocultó ese secreto. Aún así, Leonardo era su mejor amigo, a quien no importa cuando o en qué situación estuvieras, el siempre estaría contigo.

Una sonrisa amarga surcó su rostro. No sabía en dónde estaba, pero solo veía lo típico de un gran parque donde podías ir con tu familia. Solo caminó intentando despejar su mente. Y ahora que su mente estaba fría, se dió cuenta de que uno no mide sus palabras cuando está enojado, y solo quiere huir de esa escena, como si estuvieras huyendo de tus problemas, cuando en realidad, ni siquiera había empezado un dilema real.

Su Piccolo solo intentaba protegerlo, su madre y hermano igual. Aunque aún no entendiera cómo iban a protegerlo ocultandole la verdad. Quizá era para no exponerlo, quizá se metería en problemas por conocer información y tal vez alguien podrían matarlo por ella.

Las posibilidades le quitaron el aliento a Francesco, y le hicieron imaginar un montón de escenarios. Su madre prestaba servicios a esa agencia desde antes que naciera él. Así que, ha estado metida en trabajos peligrosos, junto a su hermano, y ahora Lightning desde hace cuánto exactamente?

Bien, esa clase de trabajos no le gustaban para nada a Francesco. Cómo se les pasaba por la mente trabajar de esa manera, en dónde todo el tiempo jugabas tu vida?.

Ok, ahora sí se había enojado otra vez. Sonaba egoísta, pero dentro de él no quería perder a las personas que le daban sentido y calidez a su vida. Y el trabajo de seguridad y combate general era muy arriesgado, nunca se sabía si volverías con tus seres queridos. Eso hizo que Francesco se estremeciera del terror ante la sola idea.

No podía dejar las cosas así con Lightning, pero el dolor y el orgullo le estaban martillado la cabeza en este momento. La urgencia de hablar con Lightning lo atacó. Necesitaba que le explicara bien, saber por qué. Hacerle prometer que siempre volvería a los brazos de Francesco. Aún lo seguía amando.

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Todos estaban en la sala de espera del hospital. Mate se había quedado dormido, con lágrimas en su rostro, y en los brazos de Finn, quien suspiraba mientras intentaba tomarse su café. Este no era el plan.

Leonardo tenía la cabeza gacha, preocupado por Guido y Lightning. A ambos los estaban interviniendo, y en ambos el asunto era serio.

Eleonora trataba de calmar a Luigi, quien intentaba abalanzarse sobre Sally, quien veía todo en una esquina, apenada, y sintiendo que merecía que la familia que le abrió las puertas, la sepultan con la mirada.

Sally no sabía del bebé.

Creyó que al ser algo de tanta importancia, Si Lightning no le decía a Francesco acerca de cuál era su trabajo extra, Francesco no tomaría medidas para protegerse, Rebeca lo descubriría, e intentaría hacerle algo a Francesco para dañar a Lightning. Pero no tomó en cuenta dos cosas, una es que no vió venir que Rebeca moriría, y la otra... No sabía que Lightning ya no era solo uno.

Solo tenía que esperar, y suplicar porque la entendieran y la perdonaran. Solo eso pedía.

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Lightning abrió sus ojos lentamente, intentando mover sus manos. Una punzada en la cabeza lo atacó, y recibió los recuerdos de lo que pasó últimamente. Se desmayó luego de ver Sangre correr por sus piernas.

- M-Mi... Mi bebé...

- Tranquilo, por favor cálmense.- una enfermera intentó calmarlo sujetando sus manos, impidiendo que se moviera más.

- Señor Lightning McQueen. Soy el doctor William Wilches. Estoy a cargo de su caso. Se qué en estos momentos está aterrado, pero déjeme decirle que todo está bien. Su hijo está bien, tuvo mucha suerte de que llegara al hospital a tiempo y pudieramos proceder. Ahora debe descansar por el bien de ambos, le realizaremos algunos estudios más con el obstetra para iniciar el control prenatal adecuadamente. Felicidades!.

Lightning sintió su alma volver a su cuerpo. Él o ella estaba bien. Llevó su mano temblorosa a su vientre aún plano, acariciando con cautela. Ahí estaba una mini personita, suya y de Francesco. Sonrió ante la idea...

FRANCESCO!!.

Ya sabe la verdad, y se enojó muchísimo. No, no lloraría ahora, no estaba solo, tenía a su familia, y estaba conciente de que nunca lo iban a dejar solo. Ahora la verdadera pregunta es, como reaccionará Francesco al enterarse que va a ser papá, luego de tanta conmoción?.

Lightning tenía que decirle. Por guardarse una verdad le costó mucho, y casi pierde a su bebé. Francesco debía saber que dentro de su vientre, crecía su hijo.

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Un trago fuerte no?. Lo siento si las hice sufrir mucho, no era mi intención :'V, prometo que ya no habrán tantos momentos tristes, hasta que termine la historia, que ya falta muy poco, estamos en la recta final.

No olvides dejar tu estrellita si te ha gustado, los amo 3 millones.

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