DEBEN HABLAR

931 133 32
                                    

Lightning estaba indeciso.

Habían muchos colores y diseños bonitos. Quería comprarlos todos, pero de verdad quería algo especial, algo distinto. Mate y Finn estaban a su lado. En tanto entró a la tienda, Finn se emocionó con todos los conjuntos de recién nacidos para niña; A pesar de ya haber comprado casi toda la habitación de Audrey ya, Finn no pudo contenerse y terminó comprando casi 3000 dólares en ropa y productos de bebé. Mate solo veía con una sonrisa lo emocionado que se veía su esposo derritiéndose con unos zapatitos de flores diminutos. Finn parecía un niño pequeño en una dulcería.

- Aaagh!!!, Ya llevamos 2 horas aquí, y aún no he decidido cuál es más bonito, todos son muy hermosos.- dijo Lightning indeciso a Mate, quien veía una toalla con gorrito de panda, quería comprarla para su futuro sobrino.

- Que te parece si compras esos de ahí. Después de todo solo le vas a informar. Estás seguro de que no quieres que te llevemos?.- preguntó Mate.

- No, está bien. Ya estamos aquí en Florencia, no conozco nada aquí, pero Eleonora me dió la dirección de su casa. Así que no ... No tardaré demasiado, solo le diré, y luego... Me iré.- Lightning bajó la mirada sintiendo las caricias de Mate en su espalda. Tal vez eran las hormonas, ahora entendía porque sentía esa puntada de tristeza de la nada. Al parecer tenía que acostumbrarse a eso de ahora en adelante, bueno, a eso y otras cosas. Lightning volteó a ver qué Finn tomaba muy emocionado 5 pares de zapatitos de varios colores y diseños, sonrió con diversión, pero esa sonrisa se convirtió en una mueca de horror cuando olfateó a un señora Devorando lo que parecía ser un crepé con ajo. Que raro, Lightning no detestaba el ajo, pero está vez...

- Lightning!, Estás bien?.- preguntó Finn preocupado al ver al rubio correr al baño más cercano en la tienda, para descargar todo lo que pudo ingerir al desayuno. Mate llegó lo más rápido que pudo para entrar al baño junto a Finn. Lightning terminó de vomitar sintiendo que Mate le tomaba el cabello para evitar ensuciarlo.

- Crei... Creí... Que era asintomático...- dijo Lightning terminando de lavarse la boca en el lavamanos, quitando levemente el sabor amargo de la bilis. Mate solo sonrió comprensivo, el vómito no era a lo único que se enfrentará Lightning.

- Tal vez y hasta ahora los detectes, recuerda lo que dijo el doctor, no todos los embarazos son iguales. Estás mejor?.- preguntó Finn llegando al baño. Lightning solo asintió Agradeciendo.

- Estás pálido. Quieres que vengamos otro día?.- preguntó Mate sobando su espalda.

- No, ya me pagué mucho por una verdad muy profunda. Ya es suficiente, quiero que sepa lo más antes posible.

.
.
.
.

- No estás herida?.

- No... Estoy bien. Siempre lo estuve...

El silencio, sorprendentemente no incómodo reinaba en el balcón de aquella habitación, dónde antes, las dos personas presentes se sentaban a Charlar de manera alegre y abierta. Uno que otro reproche por parte de su madre al oír como se disculpaba porque tuvo que correr rápido a su compañía de una sola noche, y aún así, todo terminaba entre carcajadas, y más anécdotas. Ahora, en vez de eso, Madre e hijo no sabían que podían decir o comentar.

Francesco no lo iba a negar, estaba preocupado por su madre. Tantas historias que le contó, y en todas ellas implicaban un riesgo muy grande. Temía perder a su madre, a su hermano, y a Lightning.

Lightning...

Seguro estaba muy triste por lo que le dijo, de verdad le debía una disculpa muy grande por lo que le dijo. Si es cierto eso de que no mides las palabras de tu boca cuando estás enojado.

Francesco anhelaba arreglar las cosas con Lightning, aunque aún se sintiera engañado, o ingenuo... O inútil de saber que todo esté tiempo, las personas que más ama en el mundo, estuvieron jugando en el fuego contra el peligro. El estrés por el que tuvo que pasar Lightning lo hizo reflexionar. Debía ser horrible, y ahí lo comprendió.

- Mamma, yo amo a Lightning. Lo amo tanto que me duele el corazón por no tenerlo cerca. Lo necesito, y ... A pesar de que debieron comentarme acerca de los que ustedes hacían como Squad de seguridad internacional, siento que fuí demasiado duro con él... No fue mi intención herirlo, yo ... No medí mis palabras.

Eleonora miró a su hijo menor con comprensión. Era tan fácil y tan difícil resolver las cosas ahora. Solo unos pasos causaban ansiedad, y la distancia gritaba, ya basta!, Deben hablar. Francesco no sabía que Lightning estaba en Italia,y Lightning no sabía que Francesco tenía la necesidad de hablar con él.

- la mejor manera de solucionar las cosas, es que hablen.

- y si no quiere escucharme?!, Lo herí Mamma. Yo solo quería que no me ocultara nada. Quería que habláramos con la mayor confianza del mundo, que supiera que puede contar conmigo. Siento que si le hubiera pasado algo y no hubiera estado ahí para protegerlo, yo.... No sabría que hacer.

- Il mío Figlio, el riesgo de nuestro trabajo no es culpa de nadie. Lightning sabía en lo que se metía, aparte ... No contó con que se enamoraría de ti.

Francesco giró su cabeza buscando la mirada de su madre de forma desconcertada. Eso tampoco lo planeó él. Se suponía que se odiaban. Mira como es la vida.

- Mamma, por favor, dime qué tengo que hacer?.- imploró Francesco tomando las manos de su madre. Necesitaba la ayuda de su mejor consejera.

.
.
.
.
.
.


- Es aquí?.

- Si, es aquí?.

- Sigues palido, estás seguro?, No quieres darte un poco más de tiempo?.

- Jackson, si espero otro segundo, me voy a arrepentir.

- tienes razón. Solo ... Si se pasa contigo, no dudaré en salir de mi fabuloso y despampanante auto a partirle su madre, su abuela y su tía, y todo lo que quieras. Aquí está tu cuñado favorito para defenderte... Porque, soy tu cuñado favorito, verdad?.- preguntó el peli negro, Lightning sonrió para luego soltar una pequeña carcajada.

- Si, relajate, entre Blade y tú, tu eres mi favorito.- Lightning terminó su oración, para ver cómo el italiano del que hablaban, se adentraba al restaurante.

Bien, dos cosas.

La primera es que Francesco no sabía que Lightning estaba en Italia, cómo ya lo habíamos mencionado, la segunda, no sabía que ese día se desmayaría.

- bueno pelusa, ahí está tu hombre, no me contendré si se pasa, recuérdalo. Buena suerte.

Storm besó la dorada cabellera de Lightning, antes de que este apretara la caja en sus manos para luego salir del auto, temblando un poco. Era ahora o nunca.

Al ingresar al restaurante, tocó su vientre, dándose fuerza, y pidiéndole mentalmente a su hijo que no jugara alguna carta en su contra mientras estuviera hablando con Francesco. Necesitaba total concentración.

Pasando el umbral de la entrada, vió al italiano, y su corazón saltó de alegría y ansiedad, de muchas formas. Francesco se veía decaído, agotado, y en otro mundo. Al parecer había ordenado solo un café, que nisiquiera tocó. Lightning sintió sus piernas temblar. Sin quitar la mano de su vientre de manera disimulada, y con la caja que traía consigo, avanzó, y avanzó, hasta que pudo sacar fuerza para pronunciar su nombre.

- F-Francesco...

El italiano miró hacía arriba sin creer que Lightning estaba llamándolo, justo ahí, justo ahora. No era un espejismo.

- Lightning....

Susurró.

- Debemos hablar.

.
.
.
.
.


El plato fuerte está servido. No olvides dar estrellita si te ha gustado. Los amo 3 millones...


En inglés e Italiano(Lightnesco)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora