SERENDIPIA PARA EL FUEGO PARTE 3

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Una hermosa mujer de cabello castaño llamaba desesperadamente a su hijo menor, a quien tuvo que traer a su zona de trabajo en la agencia junto a su hijo mayor, puesto que su niñera había cancelado por una cita odontológica de emergencia.

- Francesco!, Dónde estás hijo?!. Leonardo por el amor de Dios. Tu trabajo era cuidar de tu hermano.- Leonardo, quien debía cuidar de su hermano menor, se distrajo jugando en su consola, y lo olvidó por completo.

- Eleonora, aún no aparece Francesco?.- otra hermosa mujer pero está vez de cabello rubio, entró junto a su esposo, ambos preocupados porque el pequeño niño aún no aparecía.

- No, aún no aparece. Se perdió hace media hora, y Francesco no conoce el cuartel. Y si se perdió?, O se salió?. - exclamaba la mujer con la voz rota por la preocupación.

- Tranquila Eli. Ya verás que va a aparecer.- dijo Richard haciendo una llamada a Charles Y Tex, necesitaban la ayuda del escuadron de rastreo, y el equipo de camaras de seguridad para encontrarlo.

Mientras tanto...

Un niño castaño de no más de 7 caminaba tímido y llamando a su mamá. Arrepentido de haber seguido a ese gatito, siguió caminando por los fríos pasillos del cuartel, que al parecer no tenían fin, y al final de uno, solo podías encontrar otro. Al cielo rogaba porque su madre lo encontrara rápido. No conocía el lugar, y según lo que le contó su Madre, aqui trabajan algunos amigos suyos y vinieron a hacerles un favor.

Todo era un color gris hielo frío, hasta que BINGO!!. El castaño encontró una puerta de color vino tinto, la cual no dudó en abrir. Necesitaba encontrar a alguien que lo ayudara.

Al entrar encontró algunos escritorios con muebles. Era un ambiente de oficina clásico, a pensar de que no veía a nadie cerca. Siguió caminando hasta que escuchó una vocecita tierna y algo chillona que le llamó la atención. Al llegar a uno de los muebles, vió un niño rubio de aproximadamente 4 años, que miraba en la televisión una antigua carrera de quién parecía ser el Fabuloso Hudson Hornet.

- Vamos Hudson, Ganales!.- gritó eufórico el niño celebrando que al final de la carrera, su corredor favorito había arrasado cómo ganador de una nueva carrera. A Francesco le pareció adorable la emoción contagiosa del pequeño niño, de quien debía admitir, se le hicieron lo ojos más hermosos de mundo. Cristalinos y puros.

- Quien eres?.- habló el niño un poco serio, pero aún así, amable. Francesco se sobresaltó pero decidió hablar.

- Me perdí, no encuentro a mi mamá.- El castaño miró el piso haciendo un puchero con indicios de llorar, preocupando al rubio, quien bajó con dificultad del mueble y se puso al lado del niño castaño, que era mucho más alto que él.

- te perdiste?. Mis papás me dejaron aquí un rato mientras vuelven de una reunión. No sé de qué es, pero creo que es importante. Por qué no te quedas conmigo mientras vuelven, así podemos ayudarte.- Dijo el rubio empinandose para dar palmaditas en la espalda de Francesco, reconfortandolo un poco. - Ven, te gustan las carreras?.

Preguntó el rubio. A Francesco se le iluminaron los ojos cuando Lightning dijo carreras, puesto que cuando fuera grande, quería ser corredor, tal y como se lo inculcó su padre cuando estaba vivo.

- Si, me gustan mucho, quiero ser corredor cuando crezca.- dijo emocionado el castaño.

- yo también quiero ser corredor cuando crezca. Cómo te llamas?.

- Me llamo Francesco. Y tú?.

- Soy ...- Lightning no terminó la oración,puesto que Isabel había irrumpido en la puerta.

En inglés e Italiano(Lightnesco)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora