DESDE ESE TIEMPO.

953 97 26
                                    

- Ah!!...

El doncel agarraba fuertemente las sábanas de la cama, mientras su prometido le embestía fuertemente, apretando su cintura y llegando cada vez más profundo. Aunque lo negara, Guido disfrutaba mucho del sexo matutino en la mañana.

.
.
.

- hola camaroncito, eso redondo que sostienes ahí son ruedas, y van debajo del auto.- habló con burla un integrante del equipo de pits de un rival. Guido en seguida quizo protestar cuando los compañeros del engreído se empezaron a reír junto a él, pero su hermano Luigi lo detuvo.

- No no no, ya les enseñarás Guido, ya les enseñarás.

Guido solo asintió con reproche, viendo como faltaba poco para que Lightning terminara el primer tiempo para hacer la parada de pits.

- Guido, tu turno.- Habló Doc, quien aún guiaba a Lightning por el auricular.

- Enano, vas a limpiar su parabrisas? JAJAJAAJAJAJA.

Guido los ignoró con una sonrisa casi imperceptible. Lightning llegó justo a tiempo, y empezó la acción. Guido cambió cada neumático en tiempo record, algo muy impresionante para un doncel tan pequeño. Las cosas que el equipo de pits de Chick Hicks tenían en las manos, cayeron al piso al ver cómo el doncel del equipo McQueen les había cerrado el osico.

Doc ya se lo esperaba, su hermano Luigi también, al igual que todo el equipo al saber lo audaz que podía ser Guido. Pero cierto italiano que venía con su madre al lado, y quién también dejó caer todo al piso, no se lo esperaba.

- Mamma mía!, Has visto como ese pequeño cambió tan rápido los neumáticos, hijo mío?. - preguntó Eleonora con una sonrisa asombrada.

Leonardo nisiquera escuchó a su madre cuando vió embobado la belleza de Guido. Era un doncel de no más de 1.60 cm, pero realmente encantador de curvas anchas. Guido llevaba un overol que le quedaba justo a la medida, así que Leonardo pudo disfrutar de muchos de sus atributos.

Eso era todo.

Leonardo Bernoulli hizo lo que jamás en su vida, nisiquera porque lo haya negado con ganas, se le pasó por la mente hacer. No creía en el amor a primera vista. Otra vez sus creencias se fueron a la verga.

Eleonora solo miró con una sonrisa satisfecha al que posiblemente sería su futuro yerno. Leonardo seguía mirandolo embelesado, nisiquera supo cuando volvió su prima Elisabetta con una banderilla a burlarse de él porque se había enganchado a un doncel mitad italiano mitad americano.

.
.
.

.

Cambio de poses.

Ahora era Guido el que saltaba arriba.

Leonardo apretaba con cuidado, porque también reconoce que es un poco rudo en la cama, cada parte del cuerpo de Guido la conocía de memoria. Sabía dónde debía tocar, cómo debía tocar, y con que medida de fuerza. Sabía qué parte morder, chupar, lamer, besar, succionar y pellizcar. Eso era algo que solo él sabía, y que amaba por su parte.

- A-Ah Guido!

Al igual que Guido sabía en qué momento apretar, y dónde y como hacer lo mismo que hacia Leonardo. Era algo mutuo, y perfecto.

- Mmmmmm Leo agh... C-Creo que...Oh!!.

Sin explicaciones ni necesidad de palabras, solo sus cuerpos chocando uno con el otro, mientras Guido sentía las palpitaciones del miembro de Leonardo dentro suyo.

En inglés e Italiano(Lightnesco)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora