TENGO TODO PLANEADO

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Después de la aclaración, Lightning se sintió un poco mejor, sin embargo, el peso en sus hombros no se iba del todo. Aun seguía ese pésame de saber que tenía que decirle la verdad de su profesión oculta a Francesco. 

Pero...

Tenía miedo de cual podría ser su reacción. Lo tomaría como alguien peligroso?, tendría miedo?, se enojaría por no haberle contado la verdad desde un comienzo?. Lo ultimo era lo mas probable, ya que había roto la promesa de confianza. Todo eso le estaba dando vueltas la cabeza. Pero nuevamente se resignó a quitar esos pensamientos. Debía practicar en la pista. Recientemente habían llegado a Japón, el siguiente país en la lista del prix sería México. Y por supuesto viajó con su italiano. Ese día Francesco no había podido acompañarlo a entrenar, ya que le había prometido a su madre que iban a conocer un poco japón junto a su hermano Leonardo; Querían pasar un tiempo en familia, algo que Lightning comprendió. Francesco había sido solo suyo desde que empezó el Prix, así que, a pesar de que le hubiera gustado estar con su novio ese día, lo comprendió. A demás, antes de irse al siguiente país, tenían una cita pendiente, donde solo estarían ellos dos.

Con una velocidad de buen impulso, terminó una agujeta completa para luego frenar en su puesto, saliendo de su auto, siendo felicitado por su entrenador de turno. Lightning solo asintió agradeciendo la felicitación, para luego suspirar pesadamente. Al irse su entrenador, su bolsillo empezó a vibrar, era su teléfono. Lo sacó de este sin prestar atención de quien lo llamaba, para luego presionar el icono verde. 

- Hola?- Respondió algo cansado sacándose los guantes de las manos cuidando su manicura.

- Lightning McQueen, tenemos a tu novio secuestrado. si no nos das 50.000 dolares, despídete de él.- Lightning se puso como Piedra. No era posible, La halcón había capturado a Francesco?.... Esperen, como supo quien era?, como supo que Francesco es su novio?. Nadie sabe que tiene novio salvo su equipo y la familia de su novio.

- Quien eres?, que quieres de mi?, y si esto es una broma, mas te vale que no estés chingando, no puedes saber si tengo o no pareja. - La persona del otro lado de la linea solo se quedó callada. Punto para Lightning. El doncel nuevamente iba a hablar, pero se escuchó a alguien mas del otro lado que decíaLeonardo, cosa stai facendo con il mio telefono? Dallo A me. *Leonardo, que haces con mi telefono. Damelo.*... Lightning reconoció rápidamente la voz de quien había interferido en la llamada.

- Ciao?.- Era Francesco.

- Fran?!, Mi amor estas bien?. Que esta pasando?.- Lightning sabía que posiblemente era una broma, pero no pudo evitar preocuparse por su italiano, y tampoco pudo evitar empezar a hiperventilar por el susto.

- Piccolo?, espera, que fue lo que te dijo Leonardo?.- Lightning no estaba viendo, pero por su tono, podía saber que había fulminado a su hermano con la mirada, También escuchó a Leonardo partirse de risa.

- Me dijo que estabas secuestrado, y que si no daba 50.000 dolares ... no te volvería a ver.- La voz de Lightning se fue apagando mientras hablaba para al final, soltar un sollozo. Leonardo se quedó callado arrepentido por la broma.

- Cuñado, por favor discúlpame, no quería... no quería asustarte.- habló Leonardo sobándose un zape que le dio Eleonora por su broma. Lightning se tapó la boca sin dejar de sollozar, Francesco intentó calmarlo, pero Lightning colgó el teléfono por inercia, dejándolo caer en la silla a su lado.

Lightning empezó a derramar lagrimas amargas. En un trabajo como el que ejercía, al atrapar a tanta gente mala, podría vengarse, la ganaban de enemigos, no conocían su identidad, pero no era perfecto y podía sufrir un descuido... No podría perdonarse si algo le pasaba a Francesco. Era su sol, su vida ya no era insípida o rutinaria como antes. Si lo perdía, se volvería loco. En serio amaba al italiano, y merecía ser feliz...  pero a que costo?.   

NO!

El iba a proteger a Francesco a toda costa, no importa que. Con determinación, se paró de su asiento saliendo a paso firme de los Pits zone para luego irse del lugar rumbo al hotel, donde se estaba hospedando.

No dejaría pasar ninguna oportunidad, Lightning no era lo que aparentaba. Dejó de ser un doncel tímido e indefenso desde que era niño. Ese susto lo había hecho reflexionar bastante.

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- Quieres decirme la razón, causa, motivo, o circunstancia por la que estas dejando a Ligthning seguir haciendo su trabajo?. Rompiste la promesa de Hudson, y no recuerdas que es lo que sigue, Isabel.- Un hombre alto, de ojos azules y cabello castaño, se quitaba la chaqueta dejándola en la cama del hotel, mientras seguía hablando con su esposa. 

- Richard, hago esto para protegerlo. Sabe en lo que se esta metiendo, mide el peligro, es fuerte e inteligente. Pero no es invencible, y cualquier cosa le puede hacer esa bruja. Es muy tramposa, no quiero imaginar que le haría, y la sola idea, me llena de miedo, no quiero que nada malo le suceda. No es que sea pesimista, o no confíe en que tan tenaz es, al contrario, estoy orgullosa de su trabajo, de todo lo que ha logrado en su vida y su profesión como corredor, estoy muy orgullosa de lo han hecho todos y cada uno de ellos. Pero no puedo evitar pensar en que están en peligro, y que los abandoné. No puedo evitar sentirme culpable de todo. - Respondió la hermosa mujer rubia de cabello corto ondulado y ojos caramelo, soltando por estos, algunas lagrimas de angustia y temor. Richard, solo suspiró y se acercó a abrazar a Isabel consolado a su esposa, para luego darle un tierno beso lleno de amor. 

- Lightning, Duster y Cruz estarán bien, Isabel. Ya lo veras.- Isabel solo asintió con una sonrisa un poco mejor, para luego volver a plantar un beso en los labios de su esposo. Tantos años, y aún no se apagaba esa chispa. Y jamas se apagará.

El beso fue interrumpido por 3 toques en la puerta. Ambos sacaros sus armas de la parte interior de sus pantalones para apuntar a esta. Richard se acercó a la puerta mirando por el pequeño lente en esta.

- Tranquilo Richard, somos nosotros.- Respondieron del otro lado en tono divertido. Richard solo sonrió e Isabel igual, respirando mas aliviados.  Isabel abrió la puerta dejando pasar a la pareja.

- Lo siento, pero... No sabemos si nos siguieron hasta aquí. Mas vale prevenir que lamentar.- Respondió Richard a sus amigos presentes, estos solo sonrieron restando le importancia al asunto.

- Señor y Señora McQueen, es un gusto volver a verlos.

- Finn, Mate, el gusto es nuestro.


En inglés e Italiano(Lightnesco)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora