- R-Raoul- k...un Ah!!..
Ciertas posiciones no cambian. Bueno, en el caso de Raoul y Shu, nunca hubo un cambio de posición, habían hablado acerca de lo que se vió en ese dirigible. Raoul entendió que no tenía por qué reclamarle nada a Shu, así que solo optó por escuchar la versión de su historia, y como había entrado en el juego para ayudar a uno de sus mejores amigos.
Raoul lo escuchó, y de inmediato comprendió lo delicado de la situación. Si le había reprochado a Shu que lo había hecho era muy peligroso, estaban hablando de asuntos de seguridad internacional con una agencia que se encargaba de los peores criminales. Shu pudo haber muerto en las misiones. Pero bueno, lo hecho, hecho estaba, y Shu estaba bien. Ahora solo les quedaba esperar a que las cosas se resolvieran por su cuenta.
También, y actualizando las circunstancias, Shu se hallaba con la espalda contra el suave colchón, con las piernas abiertas en todo lo que podía, con Raoul sosteniendolas firmemente mientras arremetía con fuerza.
- Ah!! Agh!... N-No hemos... Terminado de hablar, pero lo dejaremos para después.- habló como pudo Raoul para bajar tu tronco teniendo acceso al pecho de Shu para devorar su botones rosados, haciendo jadear aún más al japonés.
- Mmmmm Ah!.
La situación era la misma de hace dos semanas. Pero está vez, Shu no se sentía bien. Ya no sabía que pensar. Tenía tantas ganas de gritar, de hablar con Raoul, decirle cuánto lo amaba y que le dolía no saber si su amor profundo podía ser correspondido. Shu empezó a derramar lágrimas, pero no de placer, sino de dolor, desesperación y angustia. Cómo te sentirías si la persona que amas estuviera teniendo Sexo contigo, pero no sabes si te está haciendo el amor como tú deseas, cómo tú corazón anhela sin capricho. Pobre, cómo hace falta la comunicación.
Se perdió tanto en sus pensamientos, que no se dió cuenta cuando Raoul se corrió en su interior.
Basta!!, No quería eso, pero no era fácil decirle al amor de tu vida que lo que sentías por él iba mucho más allá del infinito.
Raoul sonrió satisfecho, jadeando de una forma muy sexy, que si no estuviera en otro mundo, A Shu le hubieran dado ganas de más. Pero ahora no era el momento.
Raoul miró hacía abajo, borrando su sonrisa al instante, transformando la en una mueca de preocupación al ver a Shu llorando, algo bajito pero desconsolado.
- Shu?, Mon Amour, Que tienes, te lastimé?.- Raoul se sintió culpable, reconocía que era un poco brusco en la cama, sumado a su tamaño, le aterró la idea de haber lastimado a su pequeño japonés. Salió despacio de Shu, examinando su entrada con los dedos para ver si había signo de desgarre, pero no encontró más que Semen, cosa que le alivio. Entonces si Shu no está lastimado, entonces por qué estaba llorando?, No era de placer porque no se corrió.
- No me duele el culo Raoul, Me duele el corazón!!. Estoy cansado, soy un idiota y no sé que hacer. - bramó el japonés con enojo y entre lágrimas, cosa que sorprendió y preocupó más al francés.
- Shu, de que hablas? No te estoy entendiendo, por qué estás así?.- Raoul intentó tomar su mentón, pero Shu se hizo a un lado y con un poco de dificultad por el reciente acto se sentó al borde de la cama, desnudo y perlado por el sudor. Si Lightning lo hizo, al último momento, por qué él no. No podía seguir ocultandose. Respiró profundo, y al fin habló
- Raoul... Siempre... Siempre tenemos sexo, pero ... Yo no quiero llamarlo de esa manera. Hay una gran diferencia, con lo que yo quiero y... Eso.
- Shu...
- Ya no puedo... Es como decirle a un pequeño de 5 años que papa Noel no existe. No podría arruinar sus ilusiones... Y tampoco quisiera matar las mías...Estoy enamorado de ti desde hace mucho tiempo, y e-ese tiempo lo llevo desperdiciando. Es una babosada muy cliché pero... Es lo que de verdad siento. Yo no quiero una sola noche, y que luego todo "vuelva a la normalidad". Yo no quiero que solo vengas en la noche a comerme la boca hasta el cansancio sin saber si lo volverás a hacer, pero de una forma real. Quiero tomar tu mano, quiero que vallamos a cenar, que me digas que me amas luego de... No quiero que tengas sexo conmigo Raoul, quiero que me hagas el amor. - Finalizó Shu, mirando fijamente a los ojos de Raoul, quien miraba con un semblante entre aturdido y aliviado. Shu no supo cómo interpretar eso. Tampoco supo cómo interpretar el que Raoul lo tomara de la cintura, para besarlo de una forma tierna pero algo salvaje.
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En inglés e Italiano(Lightnesco)
FanfictionLightning McQueen, uno de los mejores corredores de la historia, no solo porque fue entrenado por el mismísimo Hudson Hornet, sino también porque sabe cómo hacer morder el polvo a sus contrincantes. Pero este simpático Rubio americano de 22 años y o...