Axel Davis.
"FELIZ AÑO, IMBECIL"☁︎☁︎☁︎☁︎☁︎☁︎☁︎☁︎☁︎☁︎☁︎☁︎☁︎☁︎☁︎
Al entrar a mi cuarto todavía siento mis mejillas ardiendo, y me acerco a la puerta del baño, donde por el espejo puedo ver mi cara enrojecida, de vergüenza. Todavía mi respiración es agitada, el recuerdo de mis labios bajando y subiendo por su piel está en mi cabeza.
¿Por qué lo hice?, era más simple llamar a la policía o incluso a sus padres, no era necesario hacer eso, pero fue divertido hacerlo sentir vulnerable hacia mi.
Pero aún no entiendo el juego de él, ¿es para fastidiarme?, ¿quiere ridiculizarme?, ¿o solo lo hace por diversión?, pero es raro que le divierta todo lo que ha hecho.
Es que me besó, hizo que tomara champagne de su cuerpo e insinuó que quería tener relaciones con él, su visón de diversión es bastante retorcida, o puede que ni siquiera sea diversión.
Me derribo en la cama y cierro mis ojos buscando relajación, mi vida ha cambiado tanto desde que mi físico hizo lo mismo, tuve una relación de literal cinco minutos que desbrozó parte de mi estabilidad emocional, he empezado a descubrir una cierta atracción por los hombres, mis notas han bajado mi promedio y eso puede hacerme perder el premio a mejor estudiante este año, que sería el tercer año consecutivo en ganarlo, y besé a la persona que es la culpable de todas las inseguridades que tengo.
—Carajo—digo al aire sin ánimos.—Estoy jodido.
Es Año Nuevo, y con él vienen tantos cambios que no sé si estoy preparado para recibirlos, nunca he sido fan de los cambios, siempre me gusta sentirme seguro con lo que hago.
La universidad está cada vez más cerca, con ello viene despedirme de lo que he vivido siempre aquí, Dy y yo siempre hemos soñado con vivir juntos en New York y aunque estudiaremos cosas distintas, quedamos en nunca separarnos.
Todavía recuerdo ese día, siempre será de mis mejores recuerdos, era mi cumpleaños número catorce, nadie había venido a pesar de haber enviado invitaciones, nunca fui popular, nunca fui de muchos amigos, obviamente estaba triste, me sentía totalmente un perdedor, era uno, hasta que llegó Dylan, me vió llorando en el sofá mientras mis padres me consolaban y intentaban que me sintiera mejor, en su manos había un regalo y con una sonrisa me lo entregó, yo lo recibí devolviéndole aquella sonrisa, y luego de eso subimos a mi habitación a ver películas y comer pastel hasta que nos dormimos.
Pero recuerdo algo que me dijo cuando le contaba lo patético que me sentía mientras él secaba mis lagrimas.—Axel mírame—yo levanté mi mirada hacia él, pasó sus manos por mis hinchados ojos y me sonrió.—Ellos son unos imbeciles por no venir a la fiesta de la persona más cool del mundo, que por suerte es mi mejor amigo—tomo un gran trozo de pastel y lo introdujo a su boca llenándola por completo de crema de chocolate haciéndome caras, causándome demasiada risa.—Axel quiero que sepas que yo nunca te dejaré solo— pronunció luego de limpiarse la boca de chocolate con una servilleta.
—¿Ni siquiera cuando nos vayamos a la universidad?— le dije suspirando.
—Ni siquiera cuando nos vayamos a la universidad, es una promesa— estiró su meñique y yo lo estreché con el mío, dejando ahí la mejor promesa que he hecho.
Dylan es la mejor persona que he conocido, sin pensarlo lo diría, siempre ha encontrado la manera de hacerme sentir mejor, él es mi medicina, aunque hemos crecido y eso conlleva que nuestras promesas que hicieron aquellos niños de catorce años puedan ya no ser reales.
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𝘈𝘍𝘛𝘌𝘙 𝘈𝘓𝘓 ☁︎ [#1]
Подростковая литератураY de tanto fingir ser alguien que claramente no eres, solo se doblega una personalidad para relucir a la luz, cuando la tuya está en la oscuridad. 🌑 ☁️ADVERTENCIA☁️ ☁️Poseo todos los derechos de autor de este libro y no está permitido copiar ni ada...