[•32•]

56 7 1
                                    

Axel Davis.
"ES PAPÁ, PAPÁ NO HACE DAÑO"

☁︎︎☁︎︎☁︎︎☁︎︎☁︎︎☁︎︎☁︎︎☁︎︎☁︎︎☁︎︎☁︎︎☁︎︎☁︎︎

—No sé que demonios pasa con él—digo al aire.—Ni con su cabeza, ni con su vida.

Es tonto que esté hablando solo, pero no logro entenderle, de repente él Dimitri "malo", que hacía bullying desaparece, y ahora tengo a uno que parece no tener prejuicios, que parece ser libre, que parece fingir que ahora ya es otro. Mi teléfono vibra a mí lado en la cama, al tomarlo y mirar el nombre un nudo en la garganta se me hace presente.

—¿Hola?—respondí en un hilo de voz después de dudar mucho si contestar.

—Hola—escuche a través del teléfono un poco después.

—¿Sí?—mencioné esperando que dijera algo.

—Solo te llamaba para preguntar si en tu habitación encontraste un anillo, es de mi bisabuela y no me gustaría perderlo. El tono de su voz es calmado pero si se escuchaba algo preocupada, yo no sé ni qué decir, esto es raro.

—No, no he visto nada, quizás lo dejaste en otro lugar—respondí haciendo pausas algo nerviosas.

—Bueno, gracias igual.

—No hay de que.

—Ax—mencionó dudosa.

—¿Sí?.

Se creó un espeso silencio del que no sé que iba a salir de su boca, hasta que lo pronunció.—Cuídate.

Y corté, no fui capaz de responderle, ¿qué se suponía que podía decirle?, simplemente me bloqueé. Y todavía procesando aquello el ruidoso sonido del motor de un auto deportivo cerca de la mansión me alerta de la llegada de Dimitri.

Y empiezo a cuestionarme porque enserio decidí salir con él, y es que yo ni siquiera decidí si quería, pero igual le hice caso.

Mi teléfono suena de nuevo y es un mensaje del rubio.

"Odio esperar, apresúrate"

Inhale profundamente y comencé a caminar para salir, quizás necesito distraerme de toda la tristeza que tengo, o quizás necesito terapia de nuevo, o simplemente no salir con él, que me suena más lógico.

Mis padres como de costumbre no están, siempre su trabajo más importante que su familia, ya no es nada raro. Al llegar a la puerta me despedí de Frederick y salí, el chico de ojos azules me espera al lado de su ostentoso auto.

—¿Era necesario traer un carro así?—cuestioné al estar algo más cerca.

—Siempre tengo que resaltar, ¿no lo crees?.

Siempre con aquel tono de suficiencia y burla.

—Algo narcisista—repliqué con sarcasmo.

—Y tú algo agua fiesta.

Le di una sonrisa falsa y él hizo un gesto de caballerosidad ofreciéndome su mano para ayudarme a subir.

—Esto no es la cenicienta, relájate—respondí a su gesto.

Él me miro de manera amenazante la cual ignore y subí al auto, poco después él también subió poniendo el auto en marcha. Todavía no sé a donde vamos, pero si hablan de una feria la única qué hay en la ciudad es en Santa Monica.

Lo cual me parece algo cero "convencional", ya que no suelo pisar lugares donde tanta gente esté junta, en el camino se empieza a admirar a lo lejos la gran rueda de la fortuna con las luces divertidas y puedo empezar a imaginar el olor a palomitas o banderillas.

𝘈𝘍𝘛𝘌𝘙 𝘈𝘓𝘓 ☁︎ [#1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora