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Axel Davis.
VOLVI A PENSAR EN ELLA.

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El carro de mi sueños que estuve esperando desde los dieciséis está frente a mí, y lo alumbran un monton de luces de las personas a mí alrededor, un seguridad me extiende las llaves y sin pensarlo dos veces las tomo y abro la puerta admirándolo por unos instantes, decido sentarme en el puesto del conductor aún atónito por lo hermoso que es en su interior, aún sin poder creer que esto está pasando, pensé que sería cualquier otro.

El interior es dominado por los asientos y tapices de cuero color champagne que me trasmiten paz por el olor a nuevo y lo bien acomodado de todo, tomo el volante como si manejará y una sonrisa se muestra en mi rostro, tengo una pantalla táctil, luces indirectas, el auto es negro mate y es mío, es mío por fin.

Todavía reprocho el hecho de que me hicieran esperar dos años más para poder sacar mi licencia y poseer esta maquina, solo porque según mis padres era muy "joven", aunque claro que a mí queridísimo hermano tuvo su motocicleta a los dieciséis.

Salgo de auto y muestro las llaves hacia los teléfonos que apuntan a mí y la euforia me hace gritar: —¡Que siga la fiesta¡.

Todos gritan junto al son y volvemos a integrarnos a la casa, estando dentro la música se activa al ritmo de The Weekend lo que hace que moviendo mi cuerpo me integre, tomo un trago de uno de los camareros e intento buscar a Dimitri entre el montón de adolescentes al alrededor.

—¿Ahora consumes droga?—inquiere una voz arisca a un lado de mi.

—Eso no te importa—respondo de mala gana intentando descifrar cómo se dió cuenta.

—Axel por Dios.

—¿Desde cuándo te importa lo que haga?— alzo mi voz que sostiene un tono ebrio exaltado a Klhoe quién retrocede unos cuantos pasos.

—Ax...

—No no me llames Ax, más nunca, porque me causaste daño y no quiero saber de ti, por que no te preocupó besarte a mi hermano en mi jodida casa, así que ahora no te preocupes por mí, joder—mi voz sale en una mezcla de tonos de decepción e ira, creando en Klhoe una mirada pesada perdiéndose en el resto de la fiesta.—Y si tengo que consumir todo el alcohol y la droga del mundo para olvidarte lo haré las veces que sean necesarias, y por favor vete, no te quiero aquí.

Y ahí confirme la frase: "una persona ebria siempre dice la verdad", ella secaba escasas lágrimas que sus orbes azules lanzaban a sus mejillas y yo simplemente la veo impotente, humedeció sus labios y sin mirarme, perdida aún en la fiesta sus labios se abrieron con dolor, luego de algunos segundos los cerro y se dió la vuelta para salir por el jardín resignándose a decir algo más, se me hace imposible mirarla sin recordar cuando la vi con Aaron.

Y no quería herirla, no quería que se sienta mal pero simplemente dije lo que sentía y eso es mejor que callarme. Cuando desapareció entre el jardín mi mirada se situó en la fiesta de nuevo, necesito buscar a Dimitri, necesito una explicación, necesito olvidar a Klhoe, necesito muchas cosas que no sé si sea capaz de conseguír.

Caminé a la salida de la mansión y saqué las llaves del auto de mi bolsillo, abrí la puerta y entré introduciendo las llaves para encenderlo, retrocedí esperando que abrieran el gran portón y luego que estuvo abierto salí de la mansión manejando sin algún rumbo.

Necesito algo que me haga olvidar todo y eso no es el alcohol, la droga o alguien, es la comida, mi droga favorita, abrí spotify en la pantalla del auto y coloque "Fake smile" de Ariana Grande mientras calles tras calles me alejaba de la mansión, y aunque me costó entender como se maneja un auto mucho más grande pronto pude manejar con más seguridad.

𝘈𝘍𝘛𝘌𝘙 𝘈𝘓𝘓 ☁︎ [#1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora