𝘈𝘍𝘛𝘌𝘙 𝘈𝘓𝘓 ☁︎ [#1]

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Dylan López.
"ESTO ES UN CAOS TOTAL"

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—¿No te parece raro que Klhoe esté buscando a Axel de nuevo?— cuestioné confundido, ella me miró con algo de cansancio porque iba a sacar el tema de nuevo, antes estábamos hablando de lo que le pasó a Vania, pero es inevitable para mi sacar el tema.

—A mí me parece bien— respondió sin más.

—Porque es tú amiga, pero no sé si sea lo mejor para Ax— expliqué quitándome el saco de mi traje para dejarlo en la cama.

—Por favor ya deja de preocuparte por hacer todo por él y deja que él mismo se dé cuenta— confesó con algo de impaciencia. —Yo sé que uno nunca va a permitir que lastimen a las personas que queremos, pero simplemente a veces tenemos que dejar que pase— se colocó frente a mi y me sonrió. —Sino, ¿de qué manera aprenderán?.

Me da un pequeño beso y pasa por mi lado para dirigirse al baño, le sonreí y me derribé en la cama, es verdad lo que dice Pen, pero no llega a entenderse del todo en mi cabeza, es algo que no puedo manejar, y Axel se ve bien con eso, así que no soy nadie para decirle que no puede darle otra oportunidad, aunque siento que no la merece, es que, ¿su hermano?, ¿de tantas personas?, eligió dañarlo con él hermano con el que nunca se ha llevado bien. Al final es algo que debo dejar que él solo lo descubra, aunque muero por ayudarlo no hay mucho que pueda hacer.

Mi celular comienza a vibrar y me retuerzo un poco con flojera, me siento de nuevo en la orilla de la cama, me estiro un poco y comienzo a buscar mi celular en los bolsillos de mi traje con tranquilidad, al conseguirlo lo saco y miro la pantalla desorientado porque es un número desconocido, ya es bastante tarde y no suelo dar mucho mi número a desconocidos.

De quedarme asimilando el por qué la llamada ser cortó, pero pronto apareció un mensaje en el buzón de voz.

—Dylan, es Aaron— se quedó varios segundos en silencio. —Estoy en el hospital, es sobre Ax, ya te envié la dirección, ven en cuanto puedas, gracias— su voz habla con desaliento, como si realmente fuera muy grave lo que lleva a mi ser a activar todas la alarmas posibles.

Mi respiración se agitó instantáneamente, mi mente viajó a mil escenarios posibles, un vacío de apoderó de mi estómago y fue como si de un momento a otro mi garganta se sintiera presionada.

Ya no me siento mareado por el alcohol, eso se esfumó, siento miedo de lo que le pudo pasar.

Tomo las llaves de mi auto y sin pensarlo dos veces salgo de la habitación con rapidez, sin avisar o decir algo, es inevitable no pensar que es mi culpa si le pasó algo, porque yo dejé que se fuera ebrio, y no se lo impedí.

Encendí el auto y con velocidad lo puse en marcha mientras tecleo en la pantalla del auto llamar a Penelope y avisarle que voy camino al hospital.

Mis manos tiemblan pero de igual forma intento mantenerlas firmes al volante, el tono de la llamada comienza a reproducirse por el auto y suplico a Dios para que conteste.

—¿Amor?— preguntó, confundida. —¿Donde estás?.

—Voy camino al hospital—expliqué con rapidez.

—¿¡Que!?— exclamó sorprendida. —¿Qué pasó?.

—No, no sé aún, solo Aaron me llamó y dijo que había pasado algo con Ax y la verdad no sé que pensar, tengo miedo— le confesé intentando mantener mi respiración.

—Envíame la dirección y voy para allá también—comentó mientras se escucha cómo toma y mueve algunas cosas.

—Está bien.