14: OHM

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Quiero estar enojado con Nanon, pero no puedo.

Incluso ahora estoy con él, tramitando el documento de defunción de su papá, y me siento bien por ayudarlo con eso.

No importa lo malo que haga, porque cada vez que baja un poco la guardia, estoy otra vez perdido en él y sé que no está bien, pero no puedo evitarlo.

Pareciera que me hace mal, pero creo que Nanon en realidad me hace bien.

En la mañana me frustré al no estar seguro de ubicar mi casa, y mamá me recordó algo que creí que no olvidaría, algo tan simple como llamarla.

Luego Nanon dijo que lo sentía y fue suficiente para mí.

Soy muy flexible con él.

—Debo darle esto a tu mamá —dice volteando y asiento estirando la mano para que me entregue el papel.

—Está bien, ahora solo falta ir a la morgue a sacar una copia del informe que hicieron.

—O podemos ir a comer algo antes de continuar —indica sonriéndome y se sonroja apenas le devuelvo la sonrisa.

De cierto modo agradezco que no sea así de tranquilo siempre, porque si lo fuera ya me tendría a sus pies, dispuesto a hacer lo que sea por él.

Su idiotez es lo único que me está manteniendo un poco cuerdo.

Escogemos un lugar cerca al parque principal y para no perder el tiempo decidiendo, pedimos dos hamburguesas simples.

—Ohm, sé que en la mañana pudo oírse mal, pero pregunté por tus uñas porque sé que te gusta tenerlas pintadas.

—¿Lo sabes?

—Sí —responde nervioso y veo como muerde un poco su labio inferior antes de seguir— las he visto en clases, y aunque es tan... gay, ¿suena mejor gay que marica?

—¿Vas a dejar de decir marica si digo que suena mejor?

—Tal vez.

—Suena mucho mejor —digo sonriendo un poco— yo soy gay, pero pintarse las uñas no es algo gay, aunque creo que para ser tú, hay un gran avance y podemos dejar los estereotipos para explicártelos después.

—Cómo sea, es muy gay, pero creo que eres bueno para eso.

—Dame la mano —le pido haciendo una mueca en la cara y él obedece, yo la agarro entre mis dedos y me centro en una de sus uñas— el truco está en dividir todo esto en tu mente.

No me ha pedido que le enseñe, pero no parece molestarle así que continúo hablando y lo entiende bien.

—¿Se supone que la inclinación tiene que ver con el tipo de pincel que uses?

—Exacto —respondo satisfecho porque me ha prestado mucha atención.

Me sonríe y suelta mi mano apenas el mesero llega, para concentrarse en su plato.

Quisiera concentrarme en el mío, pero él está en toda mi mente.

—Mi tía es vegetariana —dice antes de darle una mordida a su hamburguesa— tenía que traficar la carne a mi habitación cada vez que podía.

—¿Al menos era buena contigo?

—Lo normal, supongo, con los años se veía más cansada de mi presencia, pero nunca me trato mal, es algo que pasa, la gente se cansa de todo con el tiempo.

—Es un modo muy negativo de ver la vida, Nanon.

—¿Por qué está mal? —me pregunta ladeando la cabeza.

—No digo que lo esté, solo creo que me gustaría hacer que veas las cosas de diferente manera.

—Podría funcionar.

Suspira y mira por la ventana.

Veo como su rostro cambia en un par de segundos.

Giro para ver lo que pasó y noto que su mejor amigo está justo en frente pero aún no nos ha visto.

Me siento mal, porque no quiero que él esté incómodo conmigo, no puedo obligarlo a aceptarme y si aún le avergüenza estar a mi lado, prefiero solo dejar que sea así.

—Puedes irte si quieres y te veo en la morgue en una hora.

Me mira y sé que él sabe que no debería irse, pero está pensándolo y eso me duele.

—O puedo irme yo —digo parándome al ver que no va a responder.

Pongo el dinero que traía sobre la mesa y salgo por una puerta lateral para tomar un taxi.

Quiero estar solo porque me siento mal.

Entro en el auto luego de saludar al chofer de mala gana y cuando voy a cerrar la puerta, una mano me detiene.

Abre un poco para meterse también y la cierra él mismo desde el asiento.

Escucho como Nanon le da la dirección de mi casa al conductor y suspira apoyándose en el respaldar del asiento.

—No me das vergüenza —dice mirándome.

—¿Vamos a poder ser amigos, entonces?

—No —responde desviando los ojos a la ventana y no me habla el resto del camino.

Homofóbico || OhmnanonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora