34: OHM

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Es difícil explicar cuánto debo esforzarme solo para recordar quién es.

Por ratos, no entiendo porqué está a mi lado, y me cuesta mucho, pero sé que Nanon debe estar ahí, y sé que lo amo, aunque a veces olvide el por qué.

Lo veo colocarme la ropa y lo sé porque siempre me explica qué va a hacer.

Cuando termina, levanta la mirada y me sonríe.

Mi mente suele estar en blanco, pero al ver su sonrisa, todo parece mejor.

—Listo —dice sentándose a mi lado en la cama, se arrodilla y acaricia mi rostro con las dos manos— ahora puedes dormir.

Lo miro intentando responder, pero no puedo.

—Esta es mi parte favorita del día —susurra besando mi mejilla— hace ya bastante tiempo, pensé en todas las cosas que hacíamos, y siempre, aunque sea indeciso, termino decidiendo que lo que más disfruto de estar contigo es dormir a tu lado.

—¿P-Por qué? —pregunto, aunque me duele la garganta.

He estado tosiendo mucho, eso es lo que Nanon me ha dicho.

—Antes de ti, le temía a dormir, porque me asustaba tener pesadillas, pero desde que duermo contigo, me siento seguro.

Veo que se estira y regresa la mano con algo que pasa por mi boca, limpiándome.

Nanon siempre está limpiándome y nunca me doy cuenta de qué es exactamente lo que hice para que tenga que hacerlo.

—¿Quieres saber en que pienso? —pregunta sin esperar que dé una respuesta— mi esposo es muy guapo.

Lo miro confundido y agarra mi mano para mostrarme el anillo, intento relacionarlo, pero no puedo y lo sigo mirando con confusión.

—Tú eres mi esposo —dice acariciando mi cabeza.

—¿Yo? —le cuestiono mirando sus ojos.

Sus ojos son tan hermosos.

—Tú, amor, eres muy guapo.

Quiero decirle que eso es lo que pienso de él, que cuando lo veo me hace sentir cosas que no sé explicar.

Se acerca a mis labios y me da un beso para luego levantar las frazadas y ayudarme.

Baja al piso para ir a apagar la luz y me angustio porque no me gusta estar lejos de Nanon, así que cuando siento que vuelve a acostarse a mi lado, estoy tranquilo y sus manos rodean mi cuerpo con fuerza.

—Te amo —susurra cerca de mi oído y deja un beso ahí.

—Nanon —respondo y él se acomoda rápidamente para ver mi rostro.

—¿Algo está mal?

—Te amo —digo bajito y siento su cuerpo casi sobre el mío, está besándome, pero no puedo corresponderle.

Al menos no como quisiera hacerlo en ese momento.

Sus lágrimas caen a mi rostro y se explica rápido cuando lo nota.

—Son de felicidad —afirma limpiándose con las mangas de su ropa— me hace feliz que lo digas, aunque ya lo sé, es que tú eres lo más bonito de mi vida, sé que no lo recuerdas, y por eso intento decírtelo todo el tiempo.

—Nanon —lo llamo porque cuando habla, suelo recordar algunas cosas más.

—¿Amor?

—Gracias.

Se acuesta en mi pecho y casi algunos minutos después de hablarme se queda dormido, pero yo no puedo.

Tengo ganas de vomitar, me duele la cabeza más fuerte de lo normal y siento mucho frío.

Homofóbico || OhmnanonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora