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Me gusta mucho abrir los ojos y sentir la relajada respiración de Tae en mi nuca.

Se escucha el sonido de algunos pajaritos afuera como a cada que amanece. Boztecé y cerré los ojos por un segundo, gozando del cálido cuerpo de Tae destras mío y su mano abrazándome por la cintura sin perder la costumbre.

Mi teléfono sonó con la alarma de las siete. Extendí mi mano hasta la mesita de noche y acabé con el sonido.

-Ahh, no quiero- gruñó Tae con voz ronca.

Me las arreglé para girarme y quedar frente suyo, encontrando la agradable y tierna imagen de todas las mañanas.

-Tomemos el día libre por favor- aprieta los ojos mientras frunce el entrecejo. Moja sus labios resecos con su lengua mientras que yo bostezo para luego sonreír levemente

Me acerqué a su rostro y me tomé la tarea de rociarlo de besos suaves- La buena noticia es que yo, alias tu esposa, tengo el día libre. Para ti, y solo para ti.- dejo el beso principal en su boca, sus ojos se abren con lentitud

Sus tupidas pestañas suben y bajan varias veces al tiempo en que me sonríe de boca cerrada- ¿Para mí y solo para mí?, ¿Por qué me gustó escuchar eso?- la sonrisa trae picardía con lo que acaba de decir.-Es un día de la semana ¿o no?

-Pues si, pero se te olvida que he tenido libre un día de la semana otras veces?- digo colocando mi mano en los sedosos cabellos de su nuca. Levanto una de mis cejas al terminar de hablar.

Según yo, nada de besos antes de cepillarme los dientes. Pero la verdad es que no razono cuando tengo sus labios mullidos sobre los míos a plena mañana, y por sobre eso, incluso hemos cogido sin siquiera lavarnos la cara, que es justo lo que vamos a haber ahora.

Me encaramo sobre su cuerpo mientras que ambos nos besamos desesperadamente. Nos separamos y entonces Tae me ayudó a retirar mi blusa de pijama por encima de mi cabeza. Él se sentó y retiró su suéter ancho.

Se dispone a besar mi cuello. Tengo las manos en su nuca mientras lo hace, encogiéndome un poco por la sensación de sus labios. Cerré los ojos por instinto, y sin darme cuenta estaba riendo.

-¿Por qué no duermes todos los días en bragas?- susurra en mi oído.

Y es cuando recuerdo que no traigo shorts.

-Lo consideraré- respondo divertida

-Tengo sueño todavía, tal vez si me montas me despierte- sigue diciéndome al oído, mis mejillas se ponen rojas sin poderlo evitar- poseo algo duro que dentro de ti se sentirá estupendamente bien- y supongo que después de escuchar esas palabras soeces puedo competir en color con un tomate

-Amor, tus orejas- Tae se ríe, y sinceramente no puedo creer como en ocaciones entre nosotros todo pasa de lo perverso a lo tierno, o de lo tierno a lo perverso.

-Mejor vamos a la ducha. Jugamos un poco...- besa mis labios-, y nos bañamos, porque tenemos dos críos que en una hora despiertan.

-¿Te imaginas que Dae llore?- pregunté divertida.

-Lo arrojo por el balcón- dijo y reímos. 

(...)

-¿Pero por qué?- Eun le hace ojitos a Tae al tiempo en que él organiza el cuello de su camisa de uniforme arrodillado frente suyo. Amo que sea tan dedicado a ella.

-Porque hoy pasaré el día con mamá ¿de acuerdo?- le explicó genuinamente, mostrándole una pequeña sonrisa.

Eun-Sang asintió con la cabeza. Taehyung puso la mejilla y ella le besó, abrazándolo después.

Wings And Trust (ᴋ.ᴛ.ʜ ʏ ᴛᴜ)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora