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Rachel.

¿Los mejores días en mucho tiempo? Puede que sí.

Tengo todo el derecho de pensarlo mientras tengo los labios del hombre prohibido que tanto anhelé sobre los míos. Sí, señoras y señores, Kim Taehyung me estaba besando.

Luego de lo ocurrido en aquel baño, todo tomó su verdadero lugar. Por ejemplo; venir a su oficina cuando trabajaba, implicaba que, yo de una forma más fácil consiguiese sonsacarlo y robarle uno que otro beso. Se negaba, pero mi insistencia podía más.

No había conseguido que folláramos pero estaba segura de que podía conseguirlo. Él todavía sigue tenso y tratándome un poco mal, pero no me quejo.

Esto de alguna manera tenía más ventajas que una sola. Me encantaba la idea de que ahora yo fuese su amante, pero también me encantaba todo lo que hacíamos. No solo estoy satisfecha por estar tomando venganza, también tengo que admitir que Taehyung es demasiado atractivo y hasta podría volver a enamorarme de él.

¿Estaré logrando que deje de amar a esa estúpida?

Separándome de sus labios, me arrodillé, como ya muchas veces lo había echo.

Él lo entendió, y gustoso me ayudó a zafar su cinturón y quitar el botón de sus pantalones. Esto no fallaba, ninguno se niega a una mamada, por más fieles que fuesen.

Minutos después yo ya me encontraba saboreando su grosor, y él gruñendo de placer, controlando mi ritmo con un puño de mi pelo entre sus dedos. Hago mi mejor esfuerzo y minutos más tarde, consigo que se venga en mi boca.

Me levanté sintiendo mis rodillas doler un poco para luego acomodar su ropa. Después lo beso lenta y perversamente, sin mover mis labios, hasta que intento profundizar y pegarmele más, cosa que consigo con éxito. Taehyung me corresponde y agarra mis nalgas halándome hacia él. Está claro que después de lo que le he hecho sentir está agradecido.

Lamí mis labios al separarme -No puedo esperar a que me folles...

(...)

Tn.

El día era tan áspero como mi ánimo. De solo respirar el tenso ambiente que se había alojado en la mesa mientras tomábamos el desayuno, te entristecías. Taehyung lo único que hacía era comer en silencio de lo preparado por nuestras empleadas mientras que yo tomaba y tomaba jugo con el fin de no quedarme postrada en esta silla sin hacer nada. Eun-Sang prácticamente jugaba con la comida, y yo ni ánimos tenía de decirle que tiene que comer. Incluso Yeontan estaba echado tranquilamente al costado de su dueña, no goloseando inquieto como normalmente hace.

En esta casa ya nada era normal.

Después de unos minutos subí a cepillarme los dientes y a tomar mis cosas, no sin antes por fin animarme a decirle a Eun que comiera un poco.

No es secreto que a ella le afectaba bastante lo que nos pasaba a mí y a su padre. Ya varias veces ha llorado cuando nos escucha discutir. No puedo esperar que no sea así cuando la hemos acostumbrado a vivir en una familia feliz.

Escupí la pasta para luego enjuagarme con dos buches de agua. Sacudí mis manos y sequé estas junto a mi boca.

Taehyung entraba al vestidor al yo salir del baño. Vestía con un sueter oscuro de lana verde junto a un pantalón negro, además de un abrigo de cuero de esos que son largos. El invierno ya estaba aquí nuevamente puesto que había comenzado diciembre.

No lo miré mas de normal y tampoco crucé palabras con él.

-Mi madre vino. Quiere ir contigo al hospital a ver a Dae-hyun.- me habló mientras yo me hacía el eyeliner frente al espejo.

Wings And Trust (ᴋ.ᴛ.ʜ ʏ ᴛᴜ)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora