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Meses después.

Lunes, miércoles y jueves; además de pasar tiempo al máximo con Jin, también íbamos juntos a la consulta en siquiatría esos días, donde nos recibía una amable doctora.

Los flashbacks que le molestaban resultaron no siendo tan malos ya que gracias ese tormento de ideas, poco a poco su mente se fuese volviendo más tersa.

Recordaba la mayoría de las cosas, y las que aún no se recuperan, yo se las digo, o entre Eun-Sang y yo se las vamos contando. De ella se acuerda bastante, pero eso ya llegó tarde, porque desde luego tenían una relación de lo más amena, tal cual como lo era antes.

El porcentaje de malezas que me han ocurrido en los últimos meses es tan bajo que no podría competir con el montón de cosas buenas y favorecedoras que si se han hecho presente.

Espero que los primeros años de mi vida sean opacados por la felicidad que abunda en los que si Dios quiere, me esperan por vivir junto a las personas que más quiero.

No obstante, eso lo puedo pensar hoy, y ahora. Ya han pasado varias semanas y mi vientre ha crecido muchísimo, por eso no me veo de lo mejor con el vestido que esperé llevar toda mi vida, pero mis amigas dicen que me veo tierna, o yo que sé, voy a confiar en que es así. Y sí, mi vestido de bodas.

-¡Lisa!, ¡Ya para, idiota!- bajo la cabeza esquivando sus fotos-. Haces que este más nerviosa ¿Qué hay de los "todo va a salir bien"?, ¡No me has dicho ninguno!

-Verás, creo que tu mejor amiga no se casa todos los días- deduzco que esta viendo las fotos que ha tomado, hizo una mueca y me miró- ¿Qué?, quita esa cara de histeria por favor, me contagias.

Suelto un suspiro cansado y juego con mis manos, detallando también mis uñas color blanco, una perfecta combinación con mi vestido.

Lisa se sienta a mi lado. Hoy viste con un vestido sencillo rosa y unos tacones beige muy bonitos.

-Huelo tu felicidad- dijo burlista, pero se que en el fondo siente orgullo por mí y me desea lo mejor

-¿Tanto se nota?, quiero gritar- nos reímos juntas antes de yo bajar la cabeza, botando aire por la boca una y mil veces.

-Iré al baño ¿vale? ¿Vas a estar bien?- dijo y asentí, luego ella se para, pasa frente de mi y no le importa saber si sale, como sale, o cuando lo hace, simplemente cierro mis ojos.

Sobé mi barriga tratando de calmar mi ansiedad y al pequeño revoltoso de dentro, quien está en mis mismas condiciones. Ya son nueve meses estando ahí, falta muy poco pasta que podamos conocerlo por fin.

Sé que luzco hermosa y en el gran e híbrido jardín de la enorme casa que con el tiempo la he considerado mía también, hay muchas personas, que entre ellos está él...

Una persona significativa que ha ido dejando un camino de cosas que se derivan de su importante existencia cerca mío.

Desde que nos hemos vuelto una prioridad para el otro, justo desde ahí -un momento indefinido de todos los que hemos vivido juntos- existen cosas más utópicas a que podamos estar separados.

El día llegó, y ahora estoy aquí, arrepentida de no haber estado de acuerdo con firmar unos papeles y nada más como quería Tae, pues decía que esto es infantil e innecesario.

En lo que estaba ¡Jodidos nervios, Aah!

Ahora entiendo a Chaeryeong.

-Tn, Tn, Tn.

-Ah!- grité dando un brinco en el lugar. Chaeryeong se encoge en el suyo, ya venía agitada, tenía una cara de terror por quien sabe que, me pide explicaciones con la mirada por mi reacción.

Wings And Trust (ᴋ.ᴛ.ʜ ʏ ᴛᴜ)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora