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Le tomé los dos hombros y la aparté. Tenia que parar sus impulsos ya mismo o intentaría cosas incluso peores.

-Para- dije-, no vas a llegar a ningún lado- interrumpe

-Lo sé- dijo honesta, me contengo para no soltar un gruñido, solo cambié la mirada.

-Que bueno que lo sabes- le hablé serio- y lo digo desde ahora, porque espero que esto no se repita más

En vez de entristecerle lo que oía, podía ver que muy profundamente estaba maldiciendo por dentro, como si mis palabras la hicieran sentir algo impotente.

-¿Y qué si se repite?- preguntó, yo arqueé una ceja

-¿Y qué?, ¿Sólo y qué?- bufé- que pierdes tu tiempo, tengo claro lo que quiero, Rachel. Me disculpé aquel día contigo, te dije que lo sentía por lo que hice.

-¿Y qué medidas tomarías para detenerme, ah?, ¿Me pondrás una orden de alejamiento?- se ríe con confianza de sus propias palabras

Apreté los labios buscando una manera decente de dirigirme a ella, no quiero hablarle mal.

-Te desperiré, ¿no te basta con eso? ¿Existe una maldita cosa que te acobarde?- solté, me ponía de los nervios su risa,

-¿En serio?, ¿Y que pierdas tus minuciosas compras?, ¿Sabes cuánto poder tengo en tu empresa?- me responde poniéndole el pie encima a un punto clave que me hizo bajar las cejas

-Me da igual, ¿sabes?- me intento defender- no es como si yo fuera a caer en tus juegos

Me lleno de repulsión cuando la veo pasar su lengua en mi labio inferior con todo el descaro del mundo.- ¿Estás seguro?, ¿Por qué siento que puedo hacerte cambiar de opinión?- susurró

Me quedo sin palabras- Cuéntale a tu esposa que te besé, no dejes de ser fiel, lo hace todo más divertido.

Cuando se va con una sonrisita de suficiencia me giro y suelto un bufido golpeando el muro del balcón.

(...)

Mañana siguiente

Sentí mi teléfono sonar, abrí los ojos empujando el sueño, cerrándolos de inmediato por la leve molestia. Por un momento creí que era la alarma pero se trataba de una llamada. Y era nada más y nada menos que mi linda esposa. No pude evitar sonreír y acomodarme en el cabecero. Acepté.

**Llamada**

-Hola, preciosa- sonreí estrujando mis ojos

-Amor, uh, te desperté ¿cierto?

-No importa, sabes que adoro escucharte- dije riendo- ¿no es algo temprano allá?- alejé el teléfono para mirar la hora. En Seul debían ser las 2 a.m.

-Sí, lo que pasa es que no podía dormir. Me acostumbré a dormir contigo, además fue un día fatal, no me preguntes- por su voz me imagino su carita angustiada, de seguro se estruja el puente de la nariz con sus pequeños dedos.

-Vale, me lo dices cuando vaya- dije

-¿Cuándo es?, jodido viaje, yo ya te extraño mucho- me hace reír

-Aah no puedes vivir sin mi- la molesto- ¿quién te hará gemir contra la almohada, verdad? Es una pena

-Taehyung!, voy a colgar!- protestó

Terminamos de hablar como a los pocos minutos, finalmente me levanté de la cama y fui a ducharme.
Me alisté y vi la manera de encontrarme con los chicos.








Wings And Trust (ᴋ.ᴛ.ʜ ʏ ᴛᴜ)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora