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El resto del día transcurrió inevitablemente incómodo. A leguas podía notarse la tensión cuando nos sostenemos la mirada, se supone que no fue importante, aún así por más que maldiga y me cague en mis muertos sigo teniendo la imagen de su torso en mi cabeza y su voz cuando me habló sumamente próximo al oído. Estaba intentando... ¿ceducirme?

Pero ni al caso, no estoy diciendo que la vista que me regaló accidentalmente sea algo del otro mundo, TaeHyung me ha regalado mejores, y si hay alguien que jodidamente se llevó mi inocencia es él.

Suspiré mirando por la ventana de cristal a mi lado, no es que la clase estuviese aburrida, pero las últimas horas de la tarde no son las mejores, ya ansío con irme a casa y pasar tiempo con Dae o quien sabe descansar un poco. Observo despreocupada lo que me permite ver la altura en la que estamos, camilleros con sillas de rueda, personas al contorno del hospital, etcétera.

-Hey- reacciono cuando siento como me llaman. Es Yuna.

Me interroga con la mirada queriendo saber que me pasa, admito que he estado rara. Y la verdad es que no me apetece decirle a mi amiga que mucho menos me apetece mirar al frente y encontrarme con los ojos de cierta persona. Si  bien antes la pasaba adulándome no sé como serán los tratos ahora, a mi suena a que no todo quedó igual después de lo de hoy.

Ya sabía que de alguna forma le atraigo, algo a lo que me he tenido que acostumbrar y aceptar los últimos días.

-¿Leíste? ¿En qué piensas?- salgo de mi burbuja topándome con los ojos grandes de Yuna

-Uh, si lo hice, tomé notas- de algo nerviosa, señalé mis anotaciones, obviando su última pregunta- te las presto, copié lo esencial

-Gracias- susurró tomando mi libreta

-Oye, y ¿te pasa algo?- me pregunta empezando a copiar.

Miré al profesor Park sin saber que decir, él me miró momentáneamente quitándole atención a lo que se encontraba escribiendo concentrado -fue tan poco creíble que cualquiera en mi lugar se daría cuenta de que no fue una simple casualidad, él en verdad disfruta de que nuestros ojos se encuentren-. Tragué y bajé la mía.

-No es nada, solo me duele la cabeza- mentí

Horas después colgaba una llamada portando una sonrisa, bajo los escalones finales rápidamente y en menos de un minuto llego hasta cierta persona que me espera pacientemente recostado de su auto, se le ha echo costumbre venir a recogerme, algo de lo que no me quejo para nada.

-Amor!- dije literalmente lanzándome sobre él, colgándome sin dudar de su cuello sabiendo que me abrazará también. Sacó las manos los bolsillos de sus pantalones y me abrazó adhiriéndome a su cálido y grande cuerpo.

Me besó la mejilla varias veces y yo solté carcajadas. Me mece en sus brazos y yo lo disfruto contenta. Cuando me aparté estaba sonriendo, lo besé cortamente, pero a él no le bastó y tomó mi mejilla para dejar unos dos o tres castos besos más. En estas circunstancias siquiera me importan terceros, está bien si nos miran, no hago nada malo.

-Adivina quién te extrañaba- susurró mirándome

-Pues tú- le dije riendo- le había llamado a Choi casi ahora

-Si, ya estaba esperándote pero le pedí que se fuera y de una vez se tomara el día libre.- me dijo, mirándome desde arriba

-¿Nos vamos? Estoy helada, hace frío.

-Eso te pasa por ponerte tan poca ropa- invoca el tema y yo cambio mi expresión de inmediato. Vuleve a hablar y es como si me leyera el pensamiento- ya, no dije nada.

Wings And Trust (ᴋ.ᴛ.ʜ ʏ ᴛᴜ)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora