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Día siguiente.

-Ya sabemos que usted presenta psicosis pero vamos a mandar a otros laboratorios completos. PCH, creatinina, electrolitos, hemograma y cita con neurología.

El doctor Park me dedica una mirada de aprobación indicando que voy bien.

-¡No quiero ningún neurólogo!- el señor alteró la voz haciéndome sobresaltar y retroceder asustada.

-¡No estoy loco! ¡Usted es quien necesita uno! ¡Vaya mierda de hospital, ni siquiera eres una doctora de verdad! ¡Exijo el diagnóstico de un doctor!

Yo, como inexperimentada e ingenua al fin. Quise intentar con convencerlo.

-Por favor escuche- me acuchilló con la mirada, tuve tanto miedo que no dije nada más

-¿Que diablos le sucede?- Jungsok se puso frente a mi encarando al paciente.

-¿Usted es doctor?- oigo que pregunta el señor. - ¿Por qué carajos no me atiende entonces?

-Solo para que lo sepa; aquí no estamos obligados a atenderlo como usted quiera. No se admiten faltas de respeto a nadie, ni a especialistas, ni a enfermeros, ni a estudiantes. Aunque sea derecho suyo recibir atención médica.- planteó, defendiéndome. Tragué de mi saliva ante sus palabras.

Reacciono y decido hablar -Está bien, el tiene razón dije- atiéndalo usted, profe- me pongo a su lado para entregarle las facturas, pero él se queda igual

-Pídale diculpas.- exigió duramente

Me quedo callada viendo como el desconocido cede de a poco y me mira más pacífico- Lo siento.- hace una reverencia

-Está bien- murmuré

-Tn, tú ya puedes prepararte e irte ¿si?. Es bastante tarde.- me mira con esa paciencia y peculiaridad con la que siempre lo hace

-De acuerdo- asentí.

Saludé a algunas chicas que salían de los vestidores, y cuando entré a estos no había nadie.

Llamé a Choi sabiendo que en unos minutos estaría viniendo por mí. Me paré junto a la entrada sintiendo como el viento frío y seco batía con fuerza anunciando mucha lluvia. La noche estaba puesta desde hace tiempo pero el cielo lucía mucho más opaco debido a la plaga de nubes grises que se habían creado.

Esperé pacientemente y en unos minutos reconocí el auto negro de Choi aparcar frente al hospital. Yo no demoré en caminar hacia el vehículo. Choi bajó y me abrió la puerta. Lo saludo con un movimiento de cabeza y me subo a los asientos de atrás.

Me puse cómoda, dedicándome a mirar por la ventanilla durante todo el trayecto.

Una empleada me abrió la puerta de casa al llegar.

-Bienvenida, señorita- dijo al verme.

-Hola- dije amable.

Ella me ayudó con mis cosas incluyendo mi abrigo mientras que me decía que Taehyung me esperaba en el patio. Me extrañó que me dijese eso. Pero no dije nada y fui donde él, con una emoción por verlo y llenarlo de besos que quise que durara más.

-¿Donde se supone que estabas?- me impacta un poco la sequedad en su forma de hablarme

Intento conducir mis manos a sus hombros o sus mejillas al menos, pero él me las aparta despectivamente.

Está molesto.

Ver las colillas en el cenicero y el cigarro aún prendido en su mano, me hace entender varias cosas. Él solo fuma cuando está estresado, siempre o casi siempre es así.

Wings And Trust (ᴋ.ᴛ.ʜ ʏ ᴛᴜ)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora