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Meses después.

Me estrujo los ojos de camino a los percheros que contienen la ropa de la cual pienso elegir alguna que ponerme.

Mi tiempo de estudio desde casa y mis clases virtuales han servido mucho, y hace más o menos un mes y medio llevo yendo a mis prácticas como estudiante de medicina en el hospital.

A medida que avanzan los días me siento más feliz de haberme encaminado a esa profesión, antes me gustaba, pero con todo lo que he ido aprendiendo me doy cuenta que en realidad, me llama más la atención de lo que pensé , es todo tan interesante y llamativo que mi mente me pide saber más y más cada día.

Me miré al espejo para checar mi aspecto por lo menos una vez.

Me viro en diferentes ángulos y quedándome conforme termino de peinarme.

Dejé todo como estaba y salí a la habitación llamando la atención de Tae, quien se encuentra en la cama riendo embobado mientras mira a nuestro nene de cuatro meses jalar frenéticamente su chupete mirando curioso y callado hacia todos lados con sus grandes ojos negros.

-Oh, ya estás- me sonríe pacíficamente, luego vuelve a observar a Dae, le extiende su dedo índice y una pequeña manito se envuelve - ¿Estás de acuerdo, Dae?tendré que amarrarle un perro rabioso en una pierna a mamá, cualquier metido nos la quita.

Dijo mientras yo me sentaba junto a ellos.

Acaricié suavemente la apacible mejilla de mi bebé haciendo que nos mirase con desinterés y siguiese jugando con el dedo de Tae, quien dejó un casto beso en mis labios a penas tuvo la oportunidad.

-Odio tener que irme a trabajar- murmura agitando cuidadosamente la mano de la que Dae sostenía su dedo

La puerta se abre dejándonos ver a Eun-Sang vistiendo su uniforme escolar, tan pequeña y tierna como siempre. De seguro alguna chica del personal le ayudó a alistarse.

-Cariño, iba a ir a ayudarte- dije.

-La señorita Yina lo hizo- me responde en voz baja, últimamente a estado rara, no es tan expresiva y alegre, y casi siempre está apartada de nosotros.

Es algo tan poco frecuente como los fenómenos naturales, Eun-Sang nunca actúa así

-Princesa, ¿vienes a que te peine?- Taehyung le regala una sonrisa, sentándose correctamente en la orilla de la cama

Eun-Sang se acercó y miró callada al bebé, hace poco era un amor con él, pero ya casi que ni le habla.

No dijo nada y le dio el peine a Tae para que le peinara como todas las mañanas.

-¿Las coletas?

-No, eso ya no, papi, solo un moño- dijo secamente con su característica voz tierna un poco apagada, Tae y yo nos miramos

-Amor, ¿Pasa algo que nos quieras decir?,- dobló la espalda para poder mirarle por un costado- ¿Por qué no las dos coletas?, pensé que te gustaban.

-Ya no me gustan- dijo con la voz achurrada, bajando la cabeza

-Eun-Sang, dime que pasa.- le insiste desconfiado, con ma voz más firme

-¡Que no es nada!- grita escondiendo su rostro en su manos, la voz se le pone temblorosa en la última parte de la oración

Sus sollozos se hacen presentes y me revive la sensación de la última vez que la vi tan vulnerable.

-Cariño, no llores y dinos que pasa ¿si?- me lleno de intriga y comprensión por ella, tomando su antebrazo izquierdo

Ella se dio media vuelta y abrazó el torso de Tae escondiendo la cabeza en dirección a la pared, a la vez que lloraba.

Wings And Trust (ᴋ.ᴛ.ʜ ʏ ᴛᴜ)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora