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-¿Fobia social?- espetó Taehyung, sin más ni menos- Con todo el respeto que se merece, pero el problema no es Eun-Sang, ni las otras niñas, se trata de que usted vele por el bienestar de todos ellos en el horario en el que están bajo su cargo, señora Ryu. Mi hija está pasándola mal aquí todos los días y es inconcebible que usted no se haya dado cuenta.

-Lamento mucho lo sucedido- repite la frase dos veces haciendo inclinaciones, apenada. Es una mujer mayor y para nada inexperta, como decía Tae, es poco común que a este tipo de maestras se les pasen estos detalles, cuando ellas ya saben de todo lo habido y por haber- esto no se repetirá.

-Independientemente de si todo se arregle o no.-dije- también quería pedirle, sin interferir en los metodos que utiliza como educadora, claro. -suspiré- que no hable de este tema frente a todos los niños del aula y así evitamos que Eun-Sang pase un mal rato.

-Por supuesto, lo haré así. En verdad lamento tanto que haya pasado esto... Eun-Sang en ocaciones se unía a las demás, por eso pensaba que solo era timidez cuando se apartaba. Lo siento- dijo amable, yo asentí en respuesta.

Tae se despide con un movimiento de cabeza- Hasta luego, no dude en llamarnos- dijo normalmente, y los dos tomamos rumbo hacia la salida del centro.

Muchas personas circulaban a nuestro alrededor atareadas en sus propios asuntos. Mientras avanzamos hasta la reja que nos deja via libre a la calle y el auto de Tae, miro a mi alrededor, procurando conocer más del prestigioso sitio.

-Por eso no me gusta usar esta cosa, me estreso demasiado y me molesta.-Taehyung sopló con frustración aflojándose la cortaba- ¿Tan malo es eso que le hacen esas brujas a Eun?. Joder, más me vale calmarme o este colegio se irá al diablo.

Hice una mueca recordando como Eun-Sang se deshizo en llanto minutos antes porque no quería de ninguna manera entrar, como si fuese a ver un monstruo o estuviera huyendo de algo verdaderamente terrible.

-¿No decían que el bulling es solo en los estudiantes de atención social?- preguntó con la mirada al frente - no entiendo como es que Eun-Sang pasa por eso cuando es mil veces mejor que todas ellas.

-Pero es noble, ¿lo olvidas?, piensa que todos son ingenuos como ella, pero acabamos de ver la cara malévola que tenía la chica pelirroja. Dios mío, son niñas, es imposible que se comporten así. Sus familiares debieron enseñarle eso. - dije

-Claro- rió amargamente

-Tae, ¿No crees que de verdad si tengas que transferirla a otro colegio?

-Amor, Eun tiene que saber adaptarse a este, no lo sé, tal vez estas sean las consecuencias de haber pasado toda la vida en casa y sin socializar ¿no lo crees?, tenemos que confiar en que con el tiempo hará amigos.

-No, yo sé cómo es- dije, haciendo que me mirara- las otras van a abusar de ella pidiéndole jugar un día, y a penas Eun-Sang haga algo que a ellas no les guste, la excluirán del grupo ¿te das cuenta?

Tae soltó un suspiro- Esperemos los resultados de lo que haga la maestra

-Vale, pero ya cálmate, veo el humo saliendo de tus orejas- lo miro desde abajo buscando tomar su mano, él las entrelaza con la mayor facilidad y dejó un beso en mis nudillos para luego llevarme consigo hasta su auto

(...)

Taehyung.

Giré el volante un poco para aparcar justo en frente de la empresa y seguidamente bajar de mi auto, dejándolo encargado a cualquiera de los guardias de ahí fuera.

Recibí reverencias hasta mi oficina, en donde el equipo me dio los buenos días como cada mañana, los saludo con un leve movimiento de cabeza mientras me dirijo a mi despacho individual.

-Oh, Señor Kim!- mi secretaria me detiene antes de abrir la puerta

Volteo para prestarle atención. Viste un traje bastante formal y acorde a su trabajo.

Extraño ver a Tn con su ropa poco profesional, no le importaba que este fuese un centro de trabajo, venía colorida. Es tan... ella. La amo tanto tal y como es.

-Quiero decir, buenos días- hace una reverencia tímidamente-. Hay alguien esperándolo adentro, eso quería decirle

-¿Quién es?, ¿tenía la cita desde antes?- le hablé

-Oh, bueno, ella solo dijo que era importante optando por quedarse a esperarlo.

-¿Ella?

-Sí, ¿L-la modelo, tal vez?- dijo dudosa.

Mi expresión se llena de estupefacción al reconocer con el sobrenombre a la persona

No dije nada más y abrí la puerta, entrando definitivamente.

Rachel levantó la cabeza notándome. Estaba sentada en un sofá, con un bolso sobre sus piernas, miraba al suelo antes de mirarme a mí.

-¿Qué haces aquí?- dije secamente, ella se puso de pie, ha cambiado algo, tengo que decir, está más delgada y creo que se hizo un corte de cabello- Creí que había quedado claro lo de la última vez

Me dirijo a mi escritorio y me quito el saco (abrigo) del esmoquin para dejarlo en el espaldar de mi asiento y sentarme en este. Le dirijo la mirada al notar que calla demasiado tiempo.

-Taehyung... - menciona atónita, mirándome-, si, yo solo...- sus tacones se escuchan cuando camina hacia mí dando unos pocos pasos, se anima y se acerca más poniéndose frente a mi, al otro lado de la mesa-. Si me permites hablar contigo... nos convendrá a ambos

-No tenemos nada de que hablar- digo viéndola sentarse en uno de los asientos de enfrente

-No es sobre lo personal, Taehyung. No es de ti, ni de mi, ni de Tn, ni mucho menos tus hijos, créeme que eso ya no me importa. Llevo esperándote para hablarte de algo en el concepto profesional, escúchame y si te es conveniente mi propuesta podríamos negociar- proceso su argumento por unos segundos y cambiando la mirada asiento

Solo por no hacerla quedar mal, actualmente llevo muchos negocios y no se si me interese implicarme en otro.

-Bien- cedo malamente, es de adultos no ligar el trabajo y las diferencias personales que alguna vez tuvimos, y seguimos teniendo, si cuento que aunque hayan pasado ya varios meses nuestra relación no es la mejor.

-Te decía que...- dijo mirándome fijamente-. Bueno, que hace poco regresé

-Oh, te habías ido- dije asintiendo, importandome poco si eso se escuchó mal

-Estuve en España haciendo campañas publicitarias. Además de que quería despejarme un poco, fueron como decir... vacaciones

-Entiendo.

-Al regresar mi contrato con la empresa en la que he trabajado estos últimos años quebró, la empresa quebró, en sí- me explica

-Y quieres que yo invierta en el reapertura ¿es eso?- interrogo levantando una ceja, meciendo mi silla levemente con ayuda de las rueditas.

-No- me rectifica- No, de hecho no hay nada que se pueda hacer por esa agrupación. Hablo de mí, ¿Crees que yo... pudiera trabajar para tu compañía?

-¿Aquí?- pregunté incrédulo. Su silencio me dice que si. Me tomo un segundo para después soltar una carcajada sarcástica- Ya, te volviste loca ¿no?, más loca, quiero decir.

-Taehyung, no estoy bromeando. Te prometo que-

-¿Prometer que, Rachel?, tienes que estar loca para pedirme que te dé trabajo después de tus mil y una transgresión contra mí y mi jodida vida- dije, pero ella no se queda callada

-Lo sé- admite sencillamente, puedo jurar que intenta convencerme con cara de niña enferma y necesitada que necesita asistencia - realmente necesito el trabajo, Taehyung.

Un corto silencio se reúne en pocos segundos del diálogo que llevamos

-De acuerdo, si necesitas trabajo entonces yo seré tan amable de recomendarte otra empresa, haré que te contraten y- estoy a punto de anotarle par de cosas en una agenda que tengo cerca, pero su mano se ubica sobre la mía.

-No actúes así, vine contigo porque te conozco y me gustaría ser de ayuda tanto para tu empresa como para mí. ¿En serio me negarías eso?

Tan tan tan...

Wings And Trust (ᴋ.ᴛ.ʜ ʏ ᴛᴜ)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora