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Ni siquiera a mí me preguntaré que rayos estoy haciendo. ¿Por qué la iba seguir? ¿Por qué la curiosidad? ¿Desde cuándo soy tan sumiso frente a sus artimañas?

Empujé la puerta del baño de hombres, y ahí la encontré. Nos miramos a través del espejo, ella voltea enseguida y me mira directamente. Son segundos que quiero que no existan porque son desesperantes.

-Sabía que ibas a venir- comentó con sorna, mostrándome esa sonrisa de puta que tiene

-¿Qué haces en este baño?- pregunto, intentando mantener la mirada dura

-¿Por que viniste?- replica con una pregunta distinta, acercándose a pasos seguros. No sé si responder. O peor, no sé que responder.

-No lo sé- dije, mi voz sale en un tono incierto y bajo, involuntariamente

-Yo si lo sé, Taehyungie- coloca cada una de sus manos en mis hombros, mirando con devoción a mi pecho, luego sube la mirada, conectándola con la mía.

Sus manos se deslizan hasta mi cuello, y simultáneamente el perfume que desprende, me invade, mucho más agudo que el de detergente característico del propio baño.

Analizo con detenimiento las facciones de su rostro, su perfecto maquillaje encima de sus párpados, sus labios con labial liso, su nariz perfecta que parece operada.

No lo pienso más y me acerco para cumplir su anhelado deseo de que la bese, pero se echa hacia atrás dejándome en ridículo. Clavo mis ojos en los de ella, con una mezcla de confusión y molestia.

-¿Me quieres besar, eh?- susurró

Sin decir nada, adentré mi mano por su pelo y agarrando su cuello estampé mi boca y la suya. Llevo de inmediato mis manos por su cuerpo, porque lo único que quiero es tocar. ¿Quería que la deseara? Pues lo está consiguiendo.

Rachel se aparta, sorprendiéndome, juraba que sería yo quien se iba a alejar primero.

-Muy bien- sonrió, viéndome orgullosa, como si fuera a mí a quien le hiciera falta cumplidos- quería esto, pero por si aun dudas, te daré un pequeño regalito- se pasa la lengua por los labios, chupandose el inferior felinamente.

Besa en mi mejilla muy cerca de mis labios, y baja por mi mandíbula depositando un último beso en mi cuello. Me empiezo a poner nervioso con sus sigilosas acciones, dejándome hacer en todo momento. Mi reflejo en frente mío me lanza una mirada en disfavor. La risita de Rachel contra mi cuello me trae al mundo fuera de mi cabeza.

Lo siguiente es que se aleja y termina arrodillándose frente a mí.

¿Pero que. .  .

-¿Qué mierda? levántate ¿quieres?-  mi voz no suena tan segura como pretendo, y eso le da puntos a su favor. No podía creerme ni yo lo inseguro que me escuchaba.

-¿Tú quieres? ¿Quieres que me levante?

¿Que si quiero que te levantes? Por Dios, que deje de ser tan cínica.

Mi silencio es tomado por un no.

El retiñir de mi cinturón enuncia lo que sucederá segundos después. Es lo único que se oye mientras yo miro atento como lo quita del medio para poder desabrochar mis pantalones.

(...)

Tn.

Choi me recogió frente al hospital como siempre. Como era temprano le pedí que me llevase primero a la escuela de Eun-Sang. Al llegar le permití irse a casa o a hacer lo que quisiera.

Me adentré al colegio y subí las escaleras hasta el salón. Conseguí ver que parecían todos haciendo algo. Dudé de que me dejaran llevarme a Eun. La señora Oh Ryu me vio y no tardó en acercarse a mí.

Wings And Trust (ᴋ.ᴛ.ʜ ʏ ᴛᴜ)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora