U n t o u c h a b l e | Gojo Satoru

⁰³...

-¡Dios!- exclamó Gojo. -Déjame tranquilo, Suguru, no es cómo si me la hubiera follado sabiendo que estudiaba aquí.

-Bueno, eso es porque ni siquiera te enteras de a quienes recibirás en tus salones.- Satoru torció los ojos y se dejó caer en el sofá de la sala de profesores, Suguru negó con la cabeza y encendió su cigarro, llevándoselo entre los labios e inhalando su humo, el peliblanco recargó la cabeza en el respaldo viendo hacia el techo, exponiendo su garganta y su manzana de Adán . -No se te ocurra seguir acostándote con ella. - él peliblanco dejó escapar una carcajada para después hacer un gesto exagerado, colocando su mano en su pecho, cómo si lo hubiera ofendido.

-¿Por quién me tomas? ¿Me crees capaz de hacer algo así?

-Si. - respondió el pelinegro tajante. Satoru hizo un puchero y desvió la mirada. -Mira, tú estarás bien si lo descubren, pero pueden suspenderla a ella o retrasarla...

-No la harán, no es cómo si fuera a subirle calificaciones por eso.

-Aunque así sea, ahora ella es tu alumna y debes comportarte. - ordenó el pelinegro mientras le echaba una mirada furibunda a Satoru, él torció los ojos y sacó la lengua en un gesto grotesco. Suguru enarcó una ceja y siguió fumando

...

Ella pensó mucho en lo que dijo Nobara por el resto de la semana.

"Un corazón roto asegurado"

Tal vez valía la pena porque ya se sentía intoxicada por el peliblanco. Eso o... realmente Nobara tenía razón. Debería decirle que no... aunque ella lo deseara. "Además" pensó " ¿Qué clase de persona descubre que cogió con una alumna y no le importa en lo más mínimo?", la chica se dejó caer en el sillón y cerró los ojos, sobó su sien y siguió analizando la situación. Sí, definitivamente tendría que decirle que no, Nobara tenía razón, el resultado era obvio.

Aunque, sería más fácil si pudiera olvidarse de aquella noche. Ella se acurrucó en la esquina del sillón mientras la luz de los faros de la calle daban de lleno en su cuadro que le hacía falta las sombras. Megumi se encontraba frente a ella con una de sus manos jalando el cabello de su nuca mientras tenia la mirada fija en un libro, su café preparado por Yuuji se había enfriado a este punto.

¿Estaba a punto de arruinar su vida en NY? Alexa suspiró, seguía dándole vueltas al asunto, él le había gustado tanto esa noche ¿Por que de todas las personas en esta ciudad tenía que ser él su profesor? tampoco tenía la respuesta a esa pregunta. Ella recordó el como la había besado y pudo sentir un rubor extenderse en sus mejillas.

-Odio vivir lejos.- se quejó Miwa mientras bajaban en el ascensor, lleno de graffitis artísticos. -El metro es una porquería, hoy tuve que patear una rata.- Alexa soltó una carcajada, causando que el chico rubio detrás de ella se asustara. - ¡Hey! ¡Es horrible!

-Ni siquiera vives tan lejos, es sólo una estación.- objetó. -Deberías intentar venir en bicicleta.- Miwa se sonrojó.

-Tal vez lo haga...- Ella apretó los labios en una fina linea, -¿Me enseñarías?

-¿Huh? ¿No sabes?- la chica adoptó una expresión avergonzada y rascó su nuca.

-¡Alexa, por favor! ¡No quiero venir en bicicleta, caer en la entrada y que el profesor Gojo me vea!- Alexa no pudo evitar reaccionar a lo recién dicho, ella la observó con los ojos cómo platos y la boca entreabierta en sorpresa.

-¿Por qué te importaría que te vea?- llegaron a la recepción y bajaron, Alexa encontrándose con la recepción llena de estudiantes.

-Bueno... ¿No crees que es lindo? - Alexa rió.