⁴⁷ Rosemary and thyme

1.7K 168 53
                                    

 Su cuerpo estaba tan cerca de mí, colocó una de sus palmas sobre mi mandíbula, sujetándome con ternura, y acercándome  a él para besarme en aquel salón solitario mientras dejaba mi mente hecha una maraña, ¿Me había estado ignorando todo el día para venir a preguntarme esto? 

Sus labios entrelazados con los míos mientras yo apenas y podía responder a su toque...

- ¿Mudarme contigo?-preguntó incrédula, sin alejarme de él. -¿Qué estás diciendo?- di unos pasos hacia atrás, poniendo las palmas de mis manoss sobre su pecho, incrédula.

–Sé que puede ser apresurado, Alexa, pero... estoy listo y...te conozco mejor que nadie o eso es lo que quiero creer- dijo sin quitar su mirada de mi rostro. - No quiero que pienses que no tienes opciones porque no es así, puedes hacer lo que tu quieras, venir conmigo o rechazarme y seguir cómo hasta ahora pero... yo no le veo sentido a eso... a no poder despertar a tu lado y no poder besarte en medio de la noche, no sé que es lo que estás pensando ahora pero... yo pienso que hemos pasado por lo suficiente cómo para que yo me sienta seguro de compartir mi vida, mi cuerpo y mi futuro contigo, Alexa.- Mis ojos abiertos atenta a cada una de sus expresiones faciales, mis labios sin ser capaces de moverse para decir ni una sola palabra. - Nunca te presionaré para hacer algo que no quieras, es sólo algo que había estado pensando y... puede ser una locura  pero... - el agarre de sus manos se suavizó, deslizando sus manos por mis brazos, buscando mis manos y tomándolas con suavidad frente a él -  compré un departamento a unos minutos de aquí, es acogedor y es nuestro, podríamos llegar caminando, desayunar todos los días juntos- nuestros dedos se entrelazaron, sintiéndose cómo una promesa de amor. -No tienes que decirme ahora mismo que es lo que piensas,  Alexa...sólo quiero dejarte en claro que yo estoy listo para esto contigo, nunca estuve listo con nadie más para esto, contigo sí, quiero esto contigo. 

No saber que hacer, mi mente se encontraba hecha un torbellino y yo no podía reaccionar, no sabía que decir, no sabía que pensar, no sabía que es lo que quería hacer.

Nunca, nunca, nunca me imaginé estar en está situación, nunca me imaginé viviendo con un tipo a los veinte años, siempre fue con Nobara, nadie más y ahora... Gojo estaba parado frente a mí, el hombre que amo me estaba diciendo que viviera con él, diciéndome que quiere que sea parte de su futuro que sólo esta dispuesto a hacer esto si es conmigo.

Nobara 

En ese sueño él no estaba incluido, en esa habitación que apestaba a pintura de uñas y acetona no había ningún amante en la ecuación, había soñado con esto junto a Nobara desde que teníamos catorce años y ahora no sé si sería capaz de dejarla a ella por él. ¿Qué pasaría si le digo que no estoy lista?¿Qué pasará si le digo a Nobara con que él me ha dicho ahora?  no puedo estar sola en una casa sin alguien que me cuide y mis amigos, todos nos cuidamos entre todos, no sé cocinar nada, apenas y me puedo cuidar a mi misma, papá lo dijo, sólo era una niña intentando verme mayor en una ciudad que me queda demasiado grande.

¿Y después? ¿Qué pasaría después de unos años viviendo juntos?  Mi corazón se aceleró ante el pensamiento, mis manos temblaban, mis rodillas empezaban a sentirse débiles, mi mente cada vez me bombardeaba con bombas dude todo tipo de pensamientos.

¿Lo tendría siempre para mi? ¿Sería siempre mío? Nunca más tendría que sufrir porque yo estaría con él. Despertar a su lado, sentir sus brazos rodearme en la noche, su colonia en la habitación combinado con mi perfume,  sus dedos fríos acariciando mi cuerpo cada noche, su piel húmeda después de cada ducha..ahora, la posibilidad estaba allí y no podría dejarme en paz hasta que tomé una decisión.

...

- ¿Por que has llegado tan tarde?- recriminó Yuuji en cuanto atravesé la puerta, todos sentados en la sala, con sus platos casi vacíos, la mirada de Mai y Nobara sobre mi. Mis amigas... dejar de comer con todos,  dejar de ver a Megumi estudiar cada que salgo en la madrugada, dejar de escuchar a Yuuji sermonearme cada que busco mi cajetilla de cigarros, dejar de ver el cabello enredado de Nobara en las mañanas.

U n t o u c h a b l e | Gojo SatoruDonde viven las historias. Descúbrelo ahora