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Xanny, help the pain, yeah
Please Xanny, make it go away
I'm commited not addicted
But it keep control on me
All the pain, now i can't feel it
I swear that it's slowin' me, yeah
I don't really care if you cry

-No debí aceptarlo.- dijo el pelinegro nervioso. -¿Qué hago con él? - el pelinegro miró ansiosamente al grupo de chicas que lo acompañaba, Alexa se sentía muy nerviosa y aún podía sentir la mirada del rubio sobre ella, él sólo la había abrazado, no era la gran cosa pero la había hecho sentir extremadamente incómoda.

–Dios, lo odio.–escupió Mai –No le tomes importancia, él puede ser demasiado...

–¿Intenso? – preguntó Miwa mientras sostenía la mano de Alexa.

–Sí...

–Lo siento.–escupió Junpei –, no sabía que era problemático– Alexa miro al pelinegro y se dio cuenta que, ella aún estaba sosteniendo la respiración.

-¿Estás bien?- preguntó Mai, preocupada. -Es un imbécil.

-Si.- contestó -Gracias por quitármelo de encima
- Mai le sonrió dulcemente con los labios, Alexa le correspondió.

Naoya seguía viéndola desde el sillón, cuándo se percató de la presencia de Megumi llegando con un chico pelirosa y dirigiéndose al grupo que acababa de irse, el rubio sonrió maliciosamente, se agachó a la mesa del centro e inhaló rápidamente una de las líneas antes formadas e,  inclinó su cabeza hacia atrás para limpiar alrededor de su nariz con el dorso de su mano.

–Pensaba que la ibas a guardar para cuando estuvieras ebrio. – dijo Mahito, dando un sorbo a su cerveza.

–Era el plan, pero lo necesito ahora. – Naoya guiñó hacia el grupo, Chooso torció los ojos mientras se levantaba y se iba. –Mahito, vamos.

–¿Eh?– se quejó en un tono infantil –¿Irás detrás de esa perra?– el rubio asintió.

–Semestre nuevo, culo nuevo.– se burló Naoya, Mahito torció los ojos con ironía antes de ponerse de pie e ir tras de él.

Recorrieron la fiesta, buscando a Alexa, el rubio la vio junto a sus amigos, observó cómo la chica  no prestaba atención a la conversación de ellos y se encontraba con la vista en su teléfono, volteó la vista hacia arriba, cruzando la habitación  y sonrió.

El dúo se acercó y, en cuanto Mai y Megumi se percataron de ellos, torcieron los ojos.

–¡Que caras!– se burló Naoya, él pudo observar como Alexa se tensaba y se apartaba de su camino para acercarse al pelirosado, divirtiéndolo. Naoya extendió los brazos mientras Mahito caminaba detrás de él con las manos metidas en los bolsillos.

–¿Ya te estás divirtiendo?– preguntó el peliazul a Junpei.  Alexa giró sobre sus talones para irse pero Naoya la detuvo,  tomándola nuevamente de la mano con fuerza ¿Qué les pasa a los hombres que se toman tantas libertades cuando claramente te asustan?

–Oye, Alexa, no quería asustarte hace un rato.– la pelinegra  frunció el ceño, incómoda. –Solo creí que eras muy linda y cómo puedes ver.– dijo señalándose a sí mismo– Estoy ebrio.– ella dirigió la vista a Megumi, quien negó con la cabeza y arrugó la nariz.–¿Me perdonas?– ella abrió la boca para responder cuando...

–¡Ya sé!– la interrumpió, logrando irritarla aún más, ella mordió su mejilla. –Estas aburrida, y es por eso que traje esto. – Naoya levantó la botella de bacardi que llevaba en su mano, estaba aún muy cerca de ella y Alexa dió un pequeño paso atrás, –Además – sonrió.  –, una chica cómo tú, necesita la compañía de alguien cómo yo para que la pasé bien.

U n t o u c h a b l e | Gojo SatoruDonde viven las historias. Descúbrelo ahora