³². the aftermath

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-Carajo. - dijo el peliblanco, alejándose unos milímetros. -Te extrañé.- él tomó la cara de Alexa mientras la seguía besando, un teléfono vibró.

-Mierda.- dijo ella, volteando la mirada, tomando el teléfono de su bolso y contestando la llamada mientras Satoru bajaba sus labios a su cuello.

-Alexa, nos estamos moviendo, ¿Dónde estás? - escuchó la voz de Yuuji, quien de otro lado de la línea asomaba la cabeza por la ventana de la camioneta, en busca de la pelinegra.

-Ummm.- respondió limpiándose el contorno de los labios. - ¿Dónde están ustedes?

-Recién pasamos por la avenida Foster.-Alexa abrió los ojos anonadada, estaban solo a unas cuantas calles de ellos. Satoru besaba su cuello y ella lo había extrañado tanto y ahora ¿Debían detenerse?

-Vayan despacio, estamos a un par de cuadras.

–¿Estás con Naoya?– preguntó el pelirosa, su tono fastidiado.

-No avanzaron mucho. - observó Megumi, suspicazmente.

-Bye.- se despidió ella, terminando la llamada y alejando a Satoru.

-¿Qué? - preguntó con un dejo de fastidio.

-Mis amigos están aquí.- dijo ella, dándole un último beso en los labios mientras tomaba la manga de su saco, saliendo del callejón. La morena poco a poco fue cayendo en cuenta de lo que acababa de hacer, había engañado a Naoya.

No es cómo si estuvieran juntos, no lo habían hablado pero... Era muy parecido a estar juntos... su entrecejo empezaba a fruncirse y su mandíbula a tensarse, el peliblanco se percató de eso y que el agarre con su manga empezaba a tensarse –¿Por qué te portas cómo si hubiéramos hecho algo malo ?–preguntó confundido. 

Llegaron a la avenida justo en cuanto la camioneta del padre de Megumi cruzaba la calle, la morena giró sobre sus talones.

– Porque si hicimos algo malo.–  soltó .–Tú estás con Denisse y yo con Naoya y la acabamos de cagar.– espetó ella con el entrecejo fruncido, su corazón latiendo a mil por hora. Él siempre se las arreglaba para hacer latir su corazón de esa manera, tan rápido, tan pasional, haciéndola sentir tan asquerosamente viva, la mirada del peliblanco se entristeció al escucharla decir eso, sus cejas levemente fruncidas

–Entonces... ¿De verdad estás con él?– inquirió, incrédulo. Alexa apretó sus labios y desvió la mirada, no lo sabía, no lo sabía pero de cualquier manera, estaba mal, si Naoya realmente la quería cómo ella a Gojo, entonces estaba lastimándolo de la misma manera, si decía que no estaban juntos, sólo sería para aliviar su culpa y lavar sus manos. 

–Solo no le digamos a nadie.– dijo Alexa con voz firme,  viendo a Satoru a los ojos, sus manos descansando casualmente dentro de los bolsillos de su pantalón y su arete colgando de su oído, la cruz metálica brillando como reacción a los faros de la camioneta que se posaba detrás de ella . Mierda -Fue cosa de una sola vez ¿Verdad?–  él asintió, desviando la mirada fija a la camioneta.

-No le diré a nadie.– declaró,  la puerta deslizándose al abrirse hizo que ella se apresurara a despedirse con una sonrisa y subir. 

...
Unos minutos antes

–¡Te he dicho que podía sola!

–Ya cállate, Maki, no puedes estar parada sin tambalearte si no te ayudo.– espetó Nobara mientras sentaba a Maki en la camioneta mientras los demás estaban fuera, comprando comida. La peliverde puso los ojos en blanco mientras se recargaba en la ventana, empañando el vidrio con cada suspiro de su respiración, impidiéndole ver más allá.

U n t o u c h a b l e | Gojo SatoruDonde viven las historias. Descúbrelo ahora