U n t o u c h a b l e | Gojo Satoru

58. Dear Gojo

Love of my life, you've hurt me
You've broken my heart and now you leave me
Love of my life, can't you see?
Bring it back, bring it back

When I grow older
I will be there at your side to remind you
How I still love you (I still love you)
Back, hurry back

Pensó en Naoya y pensó en Alexa y pensó en esos días en el hospital yendo a visitarla, pero solo pensó en eso por un instante antes de que su mente lo regresara al presente. Pensó que tal vez si él no regresaba ahora, ella correría hacia el rubio y entonces...¿Qué carajo?

¿Ella aún estaría en la vereda? ¿Estaría llorando? ¿De qué le serviría ir al departamento? Una llamada de Suguru entró y él no contestó ¿De qué serviría ir si él no se quedaría?, si ya no importaba lo mucho que el intentara convencerla y le hiciera ver que todo estaría bien si ella se quedaba a su lado, ella ya había tomado su decisión, había decidido dejarlo simplemente por no querer dejar New York. Tal vez sólo obtendría una mejor despedida si regresaba, un beso y que ella llore en su pecho por unos minutos pero... eso no le servía de nada a él.

Su semblante serio mientras conducía por la ciudad, sus labios apretados y sus ojos furibundos.

–Mierda– murmuró para sí mismo. ¿De verdad terminaría así? Tan pronto, tan repentino, hace un día ella estaba recostada en su pecho, acariciando su piel y cabello pero ahora... ella no estaría más a su lado ... Él no sabía lo que ella pensaba, ni siquiera se lo había preguntado hasta ahora, sabía que se había resistido desde un inicio pero no sabía porque.

Si Satoru hubiera preguntado el porqué, tal vez pudieron haberlo hablado, pero... él no quería quedarse, el quería que ella fuera y lo dejara todo por él y es que estaba tan seguro que ella al final diría que si...

Llegó a su viejo departamento, quitando la llave del auto con pesadez mientras abría la puerta y arrastrando los pies, subía las escaleras del vestíbulo para llegar al ascensor y después llegar al penthouse, tocando la puerta.

—¿Qué haces aquí? ¡Te dije que solo llamaras! ¿acaso no viste todos los mensajes que te envié?— cuestionó Suguru, tomando las maletas entre sus manos y caminando a él, su cabello suelto y húmedo.  Satoru suspiró, con la mirada gacha, como ensimismado.

—Pensé que ibas a necesitar ayuda con las maletas.— Suguru no prestó mucha atención al rostro de su amigo, simplemente estaba vuelto loco con tantas maletas y en realidad con todo este cambio.

—¿Por qué has llegado tan tarde? Hay un montón de cosas que debemos de documentar y decides llegar tarde.— el peliblanco sólo se quedó callado, molesto.

—Aún me siento celosa de que los tres se irán dejándome aquí sola con este enorme departamento.

—No planeo que sea por siempre, Shoko. — dijo Suguru, dándole dos maletas al peliblanco quien tenía la mirada gacha y los labios apretados en una fina línea, Satoru las arrastró hacia el elevador.

—¿Qué pasa? — preguntó la castaña, observando a Satoru, su cigarrillo entre sus labios finos, causando que Suguru girara la vista al peliblanco.

—Solo seremos dos.

—¿Huh?

—No iremos tres a Cambridge, Alexa se queda.— anunció buscando la mirada de su amiga, quien abrió los ojos como platos y sacó el cigarrillo de su boca entre sus dedo

—¿De que estás hablando? — preguntó Suguru desde donde estaba.

—La intenté convencer y no pude.— dijo exhalando las palabras, como si hubiera estado reteniendo el aire desde hace rato — Ella me dijo desde un inicio que me quedara, que no quería que me fuera porque ella no quería irse, yo le dije que no había manera de que pudiéramos tener una relación si ella se quedaba, le dije que sería imposible y en el camino hacia acá me ha dicho que no está lista, que quiere quedarse, entonces la he dejado en el departamento.