²⁰ Why are you mad at me?!

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Gojo había escuchado la puerta de la entrada sonar en cuanto Alexa salió, sus ojos se abrieron al instante, sintiendo la cama solitaria, el peliblanco froto sus ojos antes de volverse boca abajo y esconderse debajo de las sábanas. La luz del día era interceptada por las persianas que había colocado estratégicamente y el olor del shampoo de la pelinegra se había impregnado en la almohada que yacía vacía a su lado.

El timbre sonó, causando un eco en el departamento vacío y el supuso que a Lexa se la había olvidado algo, se destapó, incorporo y nuevamente frotó sus ojos, vió la blusa de la chica sobre el buró y sonrió, la llevaría a la facultad, ahora que definitivamente no le daría tiempo de pasar a casa. El se dirigió hacia la puerta de la entrada, arrastrando sus pies descalzos hacia allá, con su cabello desordenado y su pijama desacomodada.

La confusión se apoderó de su rostro en cuanto abrió la puerta y se topó con una melena rubia y una piel blanca en lugar de a la pelinegra, todo rastro de la sonrisa reciente se había esfumado.

Era Denisse con una bolsa llena de alimentos

A veces a él le gustaría que las cosas se quedarán como el las deja, para que así, no importara que es lo que pasa con Naoya y Alexa y pudiera estar un poco más tranquilo. Satoru se dió cuenta de su rostro tenso e inmediatamente sonrió a la rubia. Últimamente sentía que él sólo se estaba dejando llevar por la corriente y no sabía si tenía que tomar decisiones o dejar las cosas pero así...

-¿Qué haces aquí a estas horas? - preguntó extrañado mientras se hacía a un lado, dejando pasar a la chica.

A él no le gustaban las sorpresas. No de éstas que lo desconcertaban tanto, no del tipo de desayunar con un mujer después de dormir con otra. Le hacía sentir que estaba usando a ambas cuando no era cierto en ningún sentido.

-¿Eh? ¿Así me saludas?- dijo en un tono infantil. Satoru dirigió su mano hacia su cabello, despeinandolo aún más con el semblante confundido. Los zapatos bajos de la rubia sonaban en contra del suelo, en golpes agudos ella se hizo paso hacia él, poniéndose de puntitas para darle un beso en la mejilla. -Buenos días.- dijo la chica con la vista clavada en los ojos de Satoru. Intentando verse coqueta.

Él sonrió pero tenía la necesidad de largarse de allí.

-Haré omelette para desayunar.- estipuló. -Sé que últimamente estás muy ocupado,  por eso pensé que estaría genial para pasar tiempo juntos.- Denisse empezó a sacar las cosas de la bolsa, y empezó a sacar trastes de la alacena.

Recordaba que era una rutina de ellos cuando estaban juntos, ella se aparecía en las mañanas, antes de despertarlo cuando Suguru podía abrirle y cocinaba para que ambos desayunaran juntos, tal vez con esto solo estaba buscando despertar la nostalgia por parte de él y... Lo estaba logrando

El peliblanco, confuso y melancólico se quedó en la entrada observando cómo abría los cartones de huevo, buscaba la cafetera, observando una nota que había dejado Alexa a un lado de la cafetera "Café :)", ella sonrió pensando que había sido Shoko y se apresuró a calentar el sartén para hacer el desayuno.

-Me cambiaré, linda. - dijo sonriente mientras iba a su habitación, abría la ducha y empezaba a buscar la ropa que se pondría el día de hoy, topándose con el top grisáceo de Alexa. Él dudó pero finalmente lo tomó y la echó a la ropa sucia para dársela después, podría guardarla pero si Denisse seguía visitando, tarde o temprano lo vería

Satoru... Lo intentaría, de verdad lo haría con Denisse, porque lo de Alexa era muy complicado, ella era casi una adolescente y tenía problemas, escaparse de casa, estar o no con Naoya, la diferencia de edad y finalmente que ella era su alumna. El peliblanco no sabía si tendría que hablarlo con ella o simplemente dejarlo ir, pero... ¿Qué haría si ella lo buscaba? ¿Realmente estaba dispuesto a ignorarla y poder decirle que no?

U n t o u c h a b l e | Gojo SatoruDonde viven las historias. Descúbrelo ahora