⁰¹ bed chem

19.1K 1K 409
                                    

-¿A otro lugar?- me burlé soltando una risilla , mientras ladeaba la cabeza. Él empezaba a acercar sus labios a los míos -Paciencia, chico lindo .- interrumpí lo que el peliblanco trataba de hacer colocando mi dedo índice en los labios sorprendentemente suaves del albino, abriendo un poco su labio inferior, él sonrió con su mirada fija en mi, respirando en mi. -Lleváme a bailar.- me separé de él y caminé hacia la pista, Gojo tomó su bebida de un trago, mientras lo hacía sentía su mirada en mi espalda desnuda y siguiéndome apresuradamente en cuanto terminó para así, no perderme de vista.

La gente llenaba la pista, meneándose y cantando a todo pulmón, tomé a Satoru de la muñeca delicadamente para acercarlo y después, rodeé su cuello con mis brazos mientras el tenía sus manos rodeando y apretando mi cintura hacia su cuerpo, meneandonos al ritmo de la música, el alcohol seguía nublando mi mente pero sin llegar a volverme inconsciente de mis decisiones, mi mirada se fijó en la melena castaña de Nobara al centro de la pista, intenté enfocar la vista en ella, se encontraba observándome con una copa en la mano y mediante gestos preguntándo quien era el tipo, Me limité a alzar los hombros con una sonrisa y a articular "No lo sé", Nobara solo rió y volvió a su bebida para seguir bailando junto con Yuuji y una chica alta de cabellos verdes.

El baile entre nosotros cada vez era menos un baile y pasó a ser una simple excusa para mantener nuestros cuerpos cerca, ahora estaba dándole la espalda y subía mis brazos por encima de mi cabeza, Satoru echaba mechones de mi cabello por encima de mi hombro, aprovechando para acariciar la piel de mi cuello, un escalofrío recorrió mi espina, sonreí , las luces parpadeaban y el bullicio de la gente junto con la música marcaba el ambiente, se sintió como si estuviera aislada del mundo junto con él, simplemente divirtiéndonos y coqueteando con nuestros movimientos, volví a voltearme echando mis brazos sobre sus hombros y acercando nuestros rostros.

Él aprovechó el momento y chocó sus labios contra los míos, besándome con profundidad, la música cambió e inundó nuestros sentidos, apreté del agarre de su cuello con mis manos mientras cerraba los ojos y correspondía al beso.

Él me aprisionó, jalandome de la cintura contra su cuerpo causando que me sintiera caliente, el beso seguía un ritmo marcado y firme, saboreaba mis labios con paciencia, pronto empezó a besarme con brusquedad y apretando el agarre de mi cintura, causando que soltará un suspiro contra su boca, él sonrió mientras se alejaba y, en un reflejo busqué no romper el contacto, y él se burló de mi repentina desesperación.

-Pensaba que teníamos que ser pacientes.- lo observé con una sonrisa reprimida.

-Soy mala siguiendo mis propios consejos.- sonreí, el albino soltó una risa.

-¿Ya quieres irte de aquí?- el albino me dedicó una sonrisa torcida mientras volteaba hacia mis amigos, distraídos o demasiado ebrios sin darse cuenta o acordarse de que yo no me encontraba con ellos , sonreí.

"Regresó en un minuto"- textee a Nobara, mandándole mi ubicación en caso de que algo pasara. "No te preocupes, parece un buen tipo, solo es por si acaso", ella respondió con un emoji.

Gojo tomó mi mano mientras salíamos por la puerta trasera de pub, caminamos por las no tan vacías calles de New York riéndonos de nuestra propia ebriedad siendo observados por algunas personas que simplemente estaban de paso, causando más risas de nuestra parte, corríamos y nos tambaleábamos, sin sentir el frío viento de la ciudad gracias al alcohol, él soltó una carcajada cuando vio que me retrasaba intentando llevar su mismo ritmo, en la esquina de un callejón oscuro, él se acercó a mi, jalándome de la cintura y besándome mientras me tomaba por debajo de mi trasero y cargándome por encima de su hombro, empezó a correr mientras yo soltaba carcajadas.

Llegamos a un edificio cercano, me llevó hacia el elevador, apretó el último botón mientras yo me recargaba en el espejo y lo observaba con el fantasma de una sonrisa sobre mis labios. Nos miramos unos segundos soltando una risilla como si fuéramos dos adolescentes nerviosos.

U n t o u c h a b l e | Gojo SatoruDonde viven las historias. Descúbrelo ahora