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Nobara se quedó allí en la sala plantada mientras Megumi reconsideraba el decir algo o simplemente fingir que no existía.

La verdad es que estaba muy tensa por todo lo que había pasado últimamente y simplemente no se esperaba la reacción de Alexa, ella nunca...ellas nunca se habían peleado.

Mierda. Nobara empezó a respirar agitadamente, su pecho iba de arriba a abajo, la castaña apretó los labios en frustración y antes de que Megumi dijera una sola palabra, salió de la sala hacia su habitación y se encerró ahí.

Su beso con Maki apenas había sido hace unas cuantas semanas y ella empezaba a confundirla tanto, salían, actuaban como novias o al menos eso hacia la peliverde, llenándola de coqueteos para después ignorarla durante días, no haciendo caso a sus llamadas, sus planes, sus mensajes, ni a ella.
Nobara se sentía invisible y, en las noches ruidosas de Nueva York, cuando eso pasaba y Alexa dormía en su cama, exhausta, Nobara se quedaba sentada en el alféizar de la ventana, y a veces sentada en las escaleras para incendios debido a la angustia que no le permitía dormir.

Sus ojeras estaban cada vez más pronunciadas así como Alexa cada vez estaba más delgada y, estaba claro que ambas estaban teniendo problemas pero ninguna de las dos se atrevía hablarlo, Nobara porque Maki le pidió que no lo hiciera y Alexa porque estaba muy asustada para hacerlo.

A veces cuando se quedaba a dormir a lo de Maki o estaban juntas, Nobara podría jurar que veía nombres de chicos mandándole mensajes en su teléfono y ella se sentía como si ella ni siquiera fuera la segunda opción, se sentía tan reemplazable y tan vulnerable que le daba un dolor en el estómago y ganas de vomitar e irse corriendo pero en cambio, ella solo fingía no haber visto nada y es que... No terminaba de entender porque se estaba nuevamente aferrando a otra chica heterosexual que terminaría haciéndole lo mismo que había pasado en la preparatoria.

Ella estaba hiper sensible así que se recostó un rato más. Las lágrimas empezaron a salir y ella, en un intento por evitar llorar, empezó a respirar y a limpiar las lágrimas cada que se deslizaban por sus mejillas y es que... Nobara estaba cansada de estar sola, estaba cansada que siempre le pase lo mismo y de que jueguen con ella.

La chica inhaló profundamente.

Solo quería alguien que no la hiciera sentir miserable y no estaba dispuesta a esperar que Maki saliera de su etapa de experimentación para que al final, la dejé por un hombre y tener que soportar todo eso de nuevo.

Nobara se dió vuelta sobre la cama, quedando boca abajo sobre la almohada... necesitaba encontrar a alguien o mínimo poder platicar con chicas para distraerse de todo este asunto de Maki y de Alexa.

La castaña metió su mano por debajo de la almohada, buscando su teléfono y, cuando lo encontró se dirigió a descargar una aplicación para citas.

No quería estar sola, no lo soportaba y aún así últimamente, la soledad era lo único que sentía en su día a día.

...

Alexa se quedó sin ganas de seguir con su día, sin fuerzas para seguir luchando, ella estaba tan cansada mentalmente que no quería pensar en nada más, se le hacía tarde a su clase de escultura y aún así, solo quería quedarse sentada en aquella banca de la ciudad y ver los pasos de la gente que iba apurada y la ignoraban.

A veces cuando todo la sobrepasaba, tenía una abrumadora sensación de presión en el pecho en el que este no podía llenarse completamente de aire y ella se asustaba, pero... aún así se las arreglaba para fingir que ese dolor insidioso no estaba.

Ella caminó lentamente hacia la facultad, arrastrando los pies y con un dolor en el brazo y la presión que intentaba ignorar sobre su pecho.

U n t o u c h a b l e | Gojo SatoruDonde viven las historias. Descúbrelo ahora