U n t o u c h a b l e | Gojo Satoru

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Mahito, Naoya y Junpei se encontraban en un callejón, sentados en unas cajas de madera y escondidos detrás del basurero de una cafetería.
El peliazul se encontraba fumando hierba mientras Naoya estaba básicamente distraído en su teléfono.

Junpei no se sentía cómodo fumando en la calle, en realidad, estaba muy paranoico y atento a cualquier indicio de la policía.

-Ya relájate, Junpei.- le dijo Mahito. -Nunca vienen por aquí.

-¿Por qué tenemos que estar aquí?- preguntó el chico, temeroso, alejándose de la calle principal y volviéndose hacia ellos, Naoya torció los ojos con fastidio.

-Está relajado.- dijo el peliazul mientras el chico se sentaba a su lado. - Además, nadie se mete aquí.

-¡Tú eres el que está demasiado relajado por la marihuana!- señaló el pelinegro.

- Cállate.- ordenó Naoya, perdiendo la paciencia . -, siempre venimos aquí, nunca pasa nada.- Mahito frunció el entrecejo y retiro el cigarro de marihuana de sus labios.

-¿Qué pasa contigo hoy?- preguntó el peliazul mientras aspiraba el humo. -¿Sigues de mal humor porque no te pudiste coger a Alexa?- Junpei dirigió la vista a Naoya y observó cómo el rubio le lanzaba una mirada furibunda a Mahito.

-Se fue sin despedirse y ni siquiera me ha contestado los mensajes.- Mahito suspiró antes de voltear la vista a Junpei y darle un leve golpe en el hombro.

-¿Acaso no es tu amiga?- preguntó el peliazul con un tono desinteresado.

-Ehh, no.- contestó el chico. -Bueno si, pero no somos tan cercanos.

-Deberías ayudarme con ella.- Dijo Naoya, repentinamente interesado en el pelinegro. -Realmente me gusta pero parece de las chicas que le gustan los cabrones ¿No?

-No lo sé. - dijo el chico, tímido. - Nunca la he visto con un muchacho que no sean sus amigos, además siempre está con su amiga, son inseparables.

-Tal vez es lesbiana.- razonó Mahito, sacando el celular del bolsillo de su sudadera, buscando a la chica en sus redes -La otra lo es ¿No? Mira, incluso tiene la bandera en su Instagram. Igual y ella está en el closet y son...ya sabes.

-No digas estupideces, Mahito. - dijo Naoya con un dejo de molestia en la voz. -El viernes claramente me estaba coqueteando ¿Acaso no viste cómo bailaba cuando yo estaba ahí?

-De cualquier forma.- volvió a hablar el peliazul. -Deberías empezar a buscarla en persona, sé más presente. A éstas perras les das atención por un segundo y te avientan las tangas en menos de un minuto.- Mahito volvió a prender su cigarro, dió una calada y se lo pasó a Junpei, quien finalmente aceptó e imitó al chico.

-Junpei.- llamó Naoya, causando que el chico tosiera un poco, aún le estaba agarrando el truco a esto. -Dime de qué facultad es. - demandó poniéndose de pie y guardando se teléfono en sus jeans. -, voy a verla.

-Ehhhh, creo que es de artes. - dijo el pelinegro, inseguro de revelar esto sobre ella, Naoya le sonrió, y acomodó su cabello pasando sus dedos entre su cabello en un intento de acomodarlo. -Pero, no estoy seguro.- dijo Junpei mientras exhalaba el humo, Naoya sonrió y se despidió de ambos antes de subir a su camioneta.

-Vamos a casa, Junpei.- dijo Mahito mientras se ponía de pie u sacaba su teléfono para checar sus mensajes, nada. - Chooso no vendrá.- Junpei sintió mientras seguía al peliazul hacia el bus.

...

Su teléfono vibró mientras ella se encontraba en la terraza del edificio, un lugar al aire libre en el que todos asistían para completar sus dibujos o pinturas, ella apartó la vista de su boceto y levantó el celular para que esté dejara ver la notificación.