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Junpei empezó a sentirse fuera de sí, más lento y estúpido, el chico vió la hora en su telefono debajo de la mesa, no quería sentirse así cuando empezara el año nuevo así que, limpió su boca con la servilleta de tela y fue al baño.

El chico se aseguró de que no había nadie en los baños, agachándose sutilmente para ver los pies de alguien pero no había nadie, y posteriormente se dirigió a los lavamanos para empezar a moler con ayuda de su teléfono la pastilla que se encontraba dentro de la pequeña bolsa de plástico, era la última que le quedaba de lo que le había dado Mahito hace un mes, el chico se desesperó mientras pensaba que no sabía dónde más conseguir la coca...

Tomó una toallita de papel para limpiar en dónde vertería el polvo, cogió un billete enrollado e inhaló la parte que había vertido, incorporándose inmediatamente con la vista hacia el techo mientras frotaba su nariz.

-Pensaba que habías dejado eso.- recriminó Yuuji detrás de él, causando que el pelinegro saltará del susto, el entrecejo de Yuuji fruncido, viendo la bolsa con polvo mal triturado del chico que intento esconder torpemente, cayendosele en el piso.

-Es sólo clonazepam.- mintió agachándose enseguida para recoger la bolsa -No es nada grave, me ayuda con la ansiedad. - Yuuji negó con la cabeza. -¡Es la verdad!

-No digas mentiras, el Clonazepam lo consumes en pastillas. - dijo acercándose a Junpei. -Dámelo.- el pelinegro resopló nerviosamente.

-¿Qué?- preguntó dando un pequeño paso atrás, topándose con el lavamanos, Yuuji siguió avanzando hacia él con la mano extendida.

-¡Que me los des! ¡Es obvio que tú ya tiene sin problema! ¡Damelos!- Junpei bufó.

-No te voy a dar ni mierda, Yuuji.- escupió parándose recto, acercándose mucho al pelirosa con una mirada retadora, Yuuji lo quiso tomar del hombro pero Junpei quitó su mano en un movimiento agresivo y lo empujó, causando que Yuuji se molestara y el dúo comenzará a forcejear.

Junpei fue arrojado en contra de los lavamanos causando que se lastimara y Yuuji se acercara lo suficiente como para limitara el movimiento del pelinegro, causando que este soltara manotazos y puñetazos torpemente, intentando alejar a Yuuji.

-¡VETE A LA MIERDA! ¡NO ME TOQUES!- gritaba el pelinegro mientras forcejeaba, Yuuji logró controlarlo por un segundo tomándolo de las muñecas antes de que Junpei logrará librarse para salir corriendo del baño, Yuuji lo arrojó de suelo, sacándole el aire a Junpei quien seguía forcejeando.

-¡QUÍTATE, BASTARDO HIJO DE PUTA, NO ME TOQUES!

-¡Deja de pelear!- gritó Yuuji colocándose nuevamente sobre él e inmovilizando sus manos antes de quitarle la droga, causando un gemido de dolor en el pelinegro, quien empezó a apretar los ojos y a llorar desconsoladamente mientras seguía intentando golpear a Yuuji. La droga había hecho su efecto así que el tipo se liberó y empezó a golpear el suelo en una posición boca arriba, causando que Yuuji se levantará de un salto, asustado.

Junpei se levantó al segundo y fue detrás de él para quitarle la bolsa, Yuuji, en un reflejo abrió el grifo del lavamanos y la arrojo ahí.

-¡¿QUÉ MIERDA TE PASA?! ¡MIRA CÓMO TE PONES! ¡NECESITAS AYUDA!- dijo deteniéndole el golpe que intentó dar y el que venía en camino inmovilizándolo de las manos y aplicando fuerza mientras observaba sus lágrimas resbalar por sus mejillas. -¿QUÉ PASA CONTIGO, JUNPEI? ¿QUÉ RAYOS TE PASA?

Junpei mantenía la mirada furibunda y la nariz fruncida, intentaba liberarse del agarre de Yuuji desesperadamente, y en un segundo, dejó de pelear y se derrumbo contra el suelo, Yuuji se puso de cuclillas frente a él, aún sosteniendo sus manos, mientras él lloraba desconsoladamente y sentía como si su corazón se fuera a salir de su pecho.

U n t o u c h a b l e | Gojo SatoruDonde viven las historias. Descúbrelo ahora