esos dias del mes...

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Al fin llegamos a casa, el viaje de vuelta se me hizo corto. Bajé enseguida cuando el chofer paró el coche. Mis perritas enseguida que oyeron el coche corrieron hacia nosotros y yo hacia ellas, queria abrazarlas y jugar con ellas, era el mayor tiempo que me habia separado de ellas. Me tiraron al suelo, con sus saltos, pero no me hise daño porque aun habia nieve en el suelo.

- Bella!, porfavor levantate del suelo.- Dijo Leonard bajando las maletas del coche

-Déjala que disfrute de jugar con las perritas.- Dijo la abuela.

- Madre, no es que una joven como ella este por el suelo, jugando con sus perritas.

- Papá, déjalo total voy a seguir jugando asta que me canse.

- Tu siempre tan cabezota!

Nos miramos y nos reimos todos, porque tenía razón yo era bastante cabezota y me costaba mucho dar mi brazo a torcer. Corrí jugué paseé con mis perritas toda la tarde asta que empezó a anochecer y entré en casa porque ya empezaba a temblar de frio, nada más entrar subí enseguida a mi habitación me di una ducha con que interrumpió Nicolas, aún conservaba su mala constumbre de entrar sin llamar a la puerta, pero por suerte salía enseguida, me enfunde uno de mis pijamas más calentitos y bajé a sentarme delante de la chimenea, entonces me acordé de José no sé porqué, pero él vino a mi mente y una media sonrisa ocupó mi cara. Que fue interrumpida por Nicolas, recordandome a Maxi, que había quedado mañana con él. Eran tan amigos que casi no podian estar tanto tiempo sin verse, jeje, me reia porque eran graciosos, pero su amistad era muy admirable, parecian hermanos. 

- Bella!, vamos a tomarnos un vaso de leche, todos los demás ya se han ido a dormir estanban muy cansados.

- Perfecto, Nicolas.

Nos metimos en la cocina, Nicolas metió dos tazas con leche en el microondas, yo saqué colacao instantáneo con la caja de galletas, nos tomanos el vaso de leche con un par de galletas delante de la chimenea, si la abuela nos pillaba nos jugabamos un castigo, pero era tan tranquilo y agradable estar delante de la chimenea.

La mañana siguiente me despertaron las bromas de Maxi en la habitación de Nicolas, ya había llegado, me levanté de la cama y cerré la puerta de mi habitación tenía ganas de seguir durmiendo y seguro que ellos no me dejarian seguir durmiendo tranquilamente. Como había dicho intentaron entrar en mi habitación, me llamaron pero me hize la dormida.Cuando se fueron me levanté, me vestí y fui a saludar a todos los demás que me preguntaron porque no me fuí con los chicos, respondí que estaba cansada. Y queria preperarme bien para volver al colegio. Y por supuesto.. volver a ver a mis compañeras de colegio, jejeje, me salió una risa traviesa, al recordar las travesuras que haciamos, pero todas sin maldad, y sobretodo cuando encontré la cabaña de los chicos y que les robé un par de cervezas y ninguno sospecha de que fuimos nosotras.

Le pedí a mi padre si dábamos un paseo con las motos de motocross, por el pequeño bosque que había en casa, una pequeña carrera. Hacía mucho tiempo que no me había subido a una. Leonard todo aquello que fuera una competición por pequeña que fuera la aceptaba, en eso nos parecíamos y mucho éramos bastante competitivos. 

Enseguida bajamos ya con los monos puestos nos enfundamos los cascos y arrancamos las motos. Leonard me pidió que le siguiera... Yo lo hice porque no me deo otra opción él empeció a correr... nos alejamos mucho de casa y llegamos a un descampado donde había una pista de motocross... Leonard se paró y me pidió que no se lo contara a los abuelos porque ellos no lo sabían y empezamos a correr. Al cabo de un tiempo que cogí confianza en la pista. Reté a Leonard a una carrera. Rápidamente perdí, mi padre ya hacía muchos años que conocía esa pista la tenía dominada, pero me aseguró que para ser el primer día que conocía esa pista, lo había eso bastante bien, lo sorprendí me dijo.

Y apareciste tu...Where stories live. Discover now