Y apareciste tu...

Viaje. Parte 1

Nos dirgimos a Andorra con el coche, fueron 4 horas , parándonos una hora para que las perras puedieran pasear y hacer sus necesidades, al llegar en el centro de Andorra dimos un paseo por el centro, buscando el hotel donde nos íbamos a quedar a descansar, aunque nos costó encontrarlo y tuvimos que usar el GPS, en todo el día mi padre y yo ni hablamos, esa noche ninguno de los dos no cenó, estábamos bastante afectados... los primeros dias eran los peores.

La mañana siguiente mi padre me obligó a comer algo, porque no había comido nada, compramos, algunos chicles, zumos y agua para el camino. Decía que pronto parecería un saco de huesos si no comia nada y que estar tan delgada daba miedo, y que no le gustaba nada.

Siguiente parada Touluse, tres horas más de camino, también parándonos a descansar, pero esta vez no nos quedábamos a dormir ahí, seguíamos hasta la siguiente parada, durante este trajecto tampoco hablamos demasiado solo lo sufieciente, me entretenia observando por la ventanilla, el paisaje, sobretodo los árboles que me gustaba tanto admirar. Y de pronto para romper el hielo, mi padre empezó a preguntarme por los exámenes que había realizado, que qué tal me había ido, y enseguida preguntó por la media que había obtenido, le respondíq ue los aprobé todos, y que mi media era un 7'64. Me dió la enhorabuena, y que debía estar orgullosa, y que no me desanimara que con un poco de esfuerzo más tendría un 8 de media que aún sería mucho mejor, que lo intentara, bueno depende de lo que quisiera estudiar, y ahí me preguntó si ya tenía claro que carrera me gustaría estudiar, pero le respondí que aún no lo tenía claro, no tenía decidido nada, para ser amable, me dijo que no me preocupara que aún tenía dos años para pensarmelo, pero que fuera eligiendo lo que me gusta y provando cosas.

Después de más horas de viaje, llegamos al puerto, mientras esperábamos que el barco estuviera listo fuimos a comer por ahí, esta vez serían 6 horas de barco hasta Londres. Al llegar al restaurante, Leonard llamó a los abuelos para avisarles que estábamos bien y que enseguida subiriamos al barco para llegar a Londres y que en una semana ya estaríamos por ahí.

Pedimos pescado a la plancha y un plato de gambas, me encantan las gambas, y también a Leonard.

me pasó el teléfono para que hablase con mis abuelos, aunque no les dije mucho, la abuela Kath, me abordó con un montón de preguntas, sobre que quería en la habitación, colores, adornos, velas...

- Kath!, cuando lleguemos lo hablamos y decidimos las dos, te dejamos que nos traen la comida. un beso hasta pronto.

Le había mandado un beso..., seguroq uestaba dando botes de alegria, colgué y le dí el teléfono a Leonard, y observé que en su cara tenía una leve sonrisa, pero no le hice demasiado caso, porque tenía hambre y las gambas me estaban esperando, y después de comer subiríamos al barco, no teníamos tiempo que perder.

Llegamos a bordo, pusieron una película en la sala central, la película era de una hora y media, la vimos entera, estaba interesante al ser de intriga, al terminar me acomodé en la butaca y me quedé dormida, cuando me desperté miré el reloj, y aún quedaban dos horas más, miré a mi padre para avisarle de que iba a pasear a las perras, pero él no estaba ahí, me levanté y lo ví en la cafetería,fuí hacia él, y lo avisé, pero él me dijo que también venía conmigo, nos paseamos, por cubierta, esas dos horas pasaron más rápido, y entonces se acerco un marinero para avisarnos de que era mejor que regresaramos las perras en la jaula, porque enseguida llegaríamos a puerto.

Enseguida subimos en el coche, y no teníamos tampoco tiempo que perder y enseguida fuimos al otro puerto para embarcar, y durante el trajecto, Leonard me habló de la casa donde íbamos a vivir,que había jardín, que no me preocupara por que se lo pasrian muy bien, y también tendrían nuevos amigos por conocer, tenía caballos, un estanque de peces, y algunos búhos y otros animalitos de bosque porque tenían cerca un pequeño bosque cerca de casa.

Llegamos al puerto, llegamos pronto y aún teníamos tiempo, decidimos pasear, para soltar las piernas. Leonard volví a llamar a sus padres, esta vez habló con su padre, el abuelo Oliver, le dijo que estábamos muy bien, y sobretodo le contó, que vió un majestuoso caballo que se quedó enbobado, no dejaba de hablar del caballo, y en verdad era precioso, aunque yo no entendia demasiado en caballos, me pasó el teléfono.

- Bella, ¿como estas?

- Bien, gracias

- Cuida a tu padre, que o compre ese caballo, que no tenemos sitio, mantenlo alejado por favor!

- Será complicado, por que lo han puesto cerca de la jaula de nuestras perras, y siempre lo vamos a ver, pero no te preocupes haré lo posible.

- Gracias, Bella, cuidaros, os mando besos y abrazos. Que tengáis un buen viaje.

- Gracias, un beso.

Colgué el teléfono y vimos como nos alejábamos del puerto y de cada vez las luces del puerto se hacían más pequeñitas.